Nos prometieron cohetes

Yo lo veo. Ian Curtis en el extrarradio barcelonés. En un tiempo irreal – como si el resto de lo narrado fuera cierto, ya- a situar entre Joy Division y el toque pop de New Order. Con una sala vacía. Miento, hay un yonki que ha venido a ver si el dealer ha pasado ya por allí. Y un par de colegas de los ejecutantes.

Aplauden a rabiar, pero nunca se sabe si es la amistad la que palmea. Uno menciona a Jesús And Mary Chain. Otro a los primeros My Bloody Valentine, los de aquellos celestiales dos EPs sueltos. Y la vitalidad de aquella canción preciosa de We Were Promised Jetpacks.  Lo peor de todo es que son referencias acertadas y reales. Que los chicos las merecen.

Ellos van a lo suyo. Ni levantan la cabeza del suelo. Están concentrados ejecutando el disco más relevante del 2014.