Mikel Ayestarán: «Las cenizas del califato» en Donostia

Foto de Juan Carlos Etxeberria
Foto del Twitter de  J.Etxeberria

A Mikel Ayestarán se le empiezan a quedar pequeñas las salas en las que presenta sus libros. Ya en su anterior visita a SS llenó el nada despreciable Auditorio del Aquarium, presentando su “Oriente Medio, Oriente roto” sobre fondo de pececitos moviéndose.

No contento con eso, apenas un año después de aquello, volvía a Donostia para hacer lo propio con su nueva publicación, “Las cenizas del califato”. Y, de nuevo, todo el papel vendido. 300 asientos ocupados en el Museo de San Telmo. Es, si me permiten la licencia, la “banda de rock escrito” más potente de la localidad.

La presentación tuvo otros gestos de elegancia. El primero de los detalles fue contar con Karlos Zurutuza de presentador/cuestionador. El fotoperiodista, experto en cuestiones de Oriente Medio, fue el primero de los lujos del acto. Supo sonar general en las preguntas (la fiesta de siglas de la región podía haber convertido aquello en una lista de organismos de la Unión Europea) y cuando fue particular nombrando ciudades el único reproche fue personal. Cuán rápido olvidamos algunos bombardeos o ataques militares…

A su lado se sntó el protagonista, que aunque estuvo bajo los focos supo mantener el tono informativo. Tan acostumbrados a las frases que son titulares, Ayestarán mostró temple y educación, huyendo de loas soluciones definitivas en formato oración y comentando cómo veía la zona, la cuestión del califato, el mañana del mañana de la cuestión.

El periodista asegura haber invertido más tiempo en la edición de este libro, publicado 364 días después del anterior. Y tras un primer vistazo se intuye un libro más periodístico, más narrativo. Quizás la distancia le haya permitido reposar su foto y basar su colección de caracteres en opiniones de expertos, puntos de vista pausados y una narrativa que corre sobre las hojas como un jeep huyendo de un peligro.

Cercano y serio, dejó caer detalles curiosos y divertidos de su día a día en Jerusalén, comentarios sobre la tensión de la región, los habituales problemas y truquitos que suelen tener en los checkpoints, sus amores realsocialistas… Si no les doy más detalles es porque el autor está en pleno World Tour y no quiero destripar comentario alguno ni hacer spoilers.

El autor admitió que los días de gloria del periodismo de guerra, capturados por nuestros ojos en películas de Hollywood, han pasado a la historia. Que ahora todo es más inmediato y urgente, que lo que vale es el titular breve en las redes. Quizás por eso es un lujo asiático – nunca mejor dicho-  poder sentarse en el sillón preferido de casa e ir conociendo, con la calma y atención que tiene estos bellos momentos, el siempre interesante trabajo de Mikel Ayestaran y aquella región del mundo.