Un crucero terrorífico

“I used to be normal”. Yo solía ser normal. Lo dice una muchacha a sus 17 tacos, en un vídeo que recoge sus respuestas, expresiones y sensaciones ante el visionado de un DVD de One Direction. “I used to be normal” es también el título de un film que busca recoger el sentir, la particularidad y el sufrimiento de las fans acérrimas de las boybands. Estas formaciones modeladas para gustar, vender y triunfar que ahora han quedado algo relegadas por los programas de variedades musicales en formato concurso televisivo.

En esta película australiana se abordan varios de estos combos otrora archifamosos: The Beatles – el origen de todo-, One Direction, Take That y Backstreet Boys dirigen el hilo. Cada uno de ellos cuenta con las opiniones, peripecias, locuras y desmelene de una seguidora – femenina, no sale ningún chico- a la que el paso de los años o la disolución de los grupos no les han hecho olvidarles. Hay momentos para la sonrisa por cariño, otros para intentar comprender algo que la peli no acaba de explicar: Por qué se ama tanto a estos grupos prefabricados.

El montaje de planos es divertido, pero al final hay bastante drama: la chica de 19 años capada en su sueño musical por culpa de unos padres poco dados al arte. Y pavor: El crucero de BackStreet Boys da muchisimo miedo. Muchisimo. Uno sufre ante la integridad de esos cantantes, perseguidos por suelo y agua en una zona acotada. Lo que hay que hacer para ganar pasta, redios. Y sin perder nunca la sonrisa.