¡Estrasburgo is not Euskadi!

– Precisamente, en los bares y locales de Estrasburgo hay actuaciones y conciertos casi todos los días de la semana. Aquí, parece que hay problemas para organizar este tipo de actividades.

-Ése es uno de nuestros puntos débiles. Tenemos una sociedad tan opulenta y vivimos tan bien que hay ciertos estatus y sinergias difíciles de cambiar. Sucede con el propio Rompeolas. Hay gente que se pregunta si sólo es posible hacer eso durante esos tres días, pero luego no se puede tomar la calle cívicamente el resto del año.

Bueno, pues 2016 también va a ayudar a recuperar los espacios urbanos para la cultura, la convivencia y el disfrute. Hay que cambiar determinadas normativas y dar facilidades si lo que queremos es impulsar la creatividad. Poco a poco, la cosa empieza a cambiar.

La última con Le Bukowski, en donde ha habido problemas con el vecindario… El Ayuntamiento intenta arreglarlo, pero hay que cambiar la normativa para que se puedan dar conciertos. Hay que incidir en ese tipo de cosas pequeñas, que son las que posibilitan después otro tipo de ambientes más creativos.

Marisol Garmendia, en la entrevista sobre  la candidatura donostiarra al 2016 que capitanea.

PD: La frase del millón (de euros): «y entidades privadas sin ánimo de lucro -como Kutxa-que se encargaría de gestionar la oficina, que ya no dependería orgánicamente, como hasta ahora, del Ayuntamiento.»