Debate a uno

Mientras cuatro “moñecos” a lo kraftwerk charlaban en la tele bajo los focos La 2 ofrecía un «Documentos TV» dedicado al gigante de Amazon. “En Amazon confiamos” buscaba en sus 60 minutos ofrecer cierta luz a los recovecos de la empresa norteamericana. ¿Lo consiguió? No del todo.

Uno no se podía quitar de encima la idea de los estudios científicos que demuestran que la cerveza es mejor a partir de la cuarta botella al día o que las bolas chinas son ideales para limpiarse los oídos. Informes científicos pagados por los dueños de las patentes para que su empresa siga subiendo como la espuma- de la cerveza- y nos ofrezca el placer – de la bolas chinas-.

“En Amazon confiamos”, que pierde bastante peso en la traducción (“In God we trust” es el lema nacional oficial de Estados Unidos, y la idea que sobrevuela el documental es esa divinidad empresarial), ofrece, de manera bastante oficialista, datos pavorosos. Como Amazon Flex, el sistema de reparto amateur que permite a los currelas sin contrato ni seguridad social ni fondo para pensiones ganar cuatro perras y dejarse los dedos refrescando la pantalla de entregas. Dado que quien primero le da al paquete en su aplicación de móvil es el que se lo queda. Pero, eh, «es la mejor manera de gestionar tu tiempo y ganar dinero con ello».  Qué bello es vivir en el capitalismo.

Bezos sale siempre guapo y elegante en la tele, con frases bastante impolutas que buscan acercarlo a una ONG. Y hay bastantes entrevistas a trabajadores en activo. Lo cual debe mosquear siempre. Pero dejan colar espacios ya conocidos (“Amazon extrae el capital de la sociedad en la que vivimos para llevarlo a su bolsillo”) que siguen asustando como el primer día. Y Europa, esa gran enemiga bolivariana, con sus leyes antitrust tan antiamericanas. Idea defendida por un profesor universitario de NY al que no querría cerca ni de cañas.

En eso de las leyes contra la competencia hay un requiebro curioso por parte de Amazon. Como buena parte de sus millonarios ingresos los dedica en ofrecer descuentos en sus ventas de productos es muy complicado, bajos las leyes actuales, acusarles de monopolio por ese «dumping» de tirar los precios.

Y lo que ellos venden como “promoción empresarial sutil” a mi me sigue pareciendo el túnel del terror. Como cuando el jefazo explica que sin las infraestructuras ya existentes ellos no habrían podido llegar a donde están. Sin poner un euro en impuestos locales para mantener esas carreteras, escuelas, polideportivos o pistas de aterrizaje. “Ya estaba roto cuando llegué” como forma de enriquecimiento.

Siempre se nos erizará el pelo cuando ciudadanos como usted y como yo defienden ese ideario libertario en que que prefieren la gestión empresarial a la democrática de votos y concejales como forma de gestionar su día a día. La editora de https://reason.com/ , entrevistada, se muestra encantada cuando un día acaba de currar a las 16 horas y llega a casa a tiempo a ver bañarse a sus niños a ¡las 19:30! Qué cómodo es vivir en el capitalismo. Pronto lo tendrás en la puerta de casa quieras o no.