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Etiqueta: Zinemaldia

Zinemaldia: Una noche maquillada

El futuro nos anuncia en el edificio de Tabacalera un Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Pero el presente nos demuestra que para montar saraos (contemporáneos o no), la vieja fábrica de cigarros es un lugar de lo más elegante.

La noche del pasado viernes las firmas oficiales de Maquillaje y Peluquería de nuestro Zinemaldia, Max Factor y Wella, se aliaron para presentar su “pasarela de cine” particular, donde caras televisivas y modelos conocidas pasearon pelos y pinturas modernas.

La organización montó un photocall publicitario a la entrada en el que los personajes invitados posaban ante los reporteros gráficos. El director de Teledonosti, Tito Irazusta, daba bien a cámara rodeado de modelos de apariencia descuidadamente cuidada.

Ya en el interior, el montaje presentaba una pasarela central y dos pantallas a los lados. El conductor de la gala, el periodista Antonio Albert, se situaba a la izquierda de nuestra mirada, delante de una de las pantallas.

Su hablar dicharachero, que se entonó con el paso de los minutos, fue presentándonos las películas y los tipos de mujer que inspiraron el poco habitual pase de modelos. Las damas, lejos de las poses castigadoras que suelen mostrar en Cibeles y similares, jugaron con la expresividad y la teatralidad de las películas homenajeadas.

Inauguró los paseos la donostiarra Lorena Bernal, con la recreación actualizada de la deslumbrante Anita Eckber de “La Dolce Vita”. Bernal fue la reina de los flashes de la noche, seguida muy de cerca por Toni Acosta y Vanessa Romero. Las actrices televisivas cerraron la gala evocando el duelo femenino de la película “Chicago”.

Entre unas y otras se pudo disfrutar del homenaje a films históricos como “Blade Runner”, con una “replicante” de peinado imposible: liso arriba y cardado a los lados, como si hubieras metido los dedos en un enchufe. Las ensaimadas capilares de la princesa Leia de “Star Wars”, la mujer andrógina de “Shakespeare in love”, la Nicole Kidman de “Moulin Rouge”, la seducción oriental de “Memorias de una geisha” y una fidedigna recreación de la Uma Thurman de “Pulp Fiction” completaron la velada. Al final hubo foto completa con los reyes de la decoración personal: el peluquero Alberto Cerdán y el maquillador Gregorio Ros, los verdaderos protagonistas de la noche.

Una banda en directo amenizó el resto de la fiesta, mientras los pinchos iban y venían y las chicas dejaban de parpadear con la fugaz aparición en la sala de Ian Somerhalder, el chico con la mirada gatuna de la serie televisiva “Perdidos”.

Aunque para visto y no visto, la presencia de Cayetana Martínez de Irujo y Gonzalo Miró en “Xcandal”, la segunda de las fiestas de la noche. Durante el día, él y ella pasearon por la ciudad cada uno por su lado. Coincidieron en la terraza del Bataplán, la discoteca que anunciaba “La Fiesta más atrevida del Festival”. Y en cuanto vieron un móvil ladeado, una cámara de usar y tirar o cualquier cosa similar a un flash pusieron pies en polvorosa. Perdón, en polvo-rosa, por aquello del “Hola” y similares.

El resto de invitados de la Zona VIP charlaban sin preocupaciones fotogénicas. Muchos de ellos trabajan detrás de la cámara, lo que hacía que los simples mortales pasaran de montar la tienda de campaña en el exterior de la misma.

Ya bajo techo, una percusión montada en el escenario de la discoteca anunciaba sesión de batucada sobre discos pinchados, mientras las gogos animaban (vaya que si animaban) la pista de baile.

A los chicos de “Llach, Una Rivolta Permanent” poco ánimo externo les hacía falta para cumplir con lo prometido la noche anterior. Desentumecían sus músculos en la zona central de la discoteca, celebrando la excepcional acogida de su película en el pase del Velódromo. Pero el premio al paseante nocturno se lo debemos dar al director Alejandro González Iñárritu, que seguía dejándose ver por los saraos “promocionando” su película entre los nocturnos.

Rafael Medina, centro de todas las miradas.

El hijo de Nati Abascal se dejó ver y retratar en la fiesta de Bataplán. Sus facciones jerezano griegas eran un auténtico imán entre las presentes, que no dudaban en calificar como “de película” la percha de este habitual del “cuore”.

Vaya semanita de fiestas nos espera

La guapa actriz Ángela Moreno, habitual en anteriores ediciones del programa “Vaya Semanita”, se desenvolvió estupendamente sobre el escenario de la fiesta de Tabacalera. Tras su paseo, una vez eliminado el maquillaje, se unió a la fiesta con sus amigas.

Zinemaldia: Bienvenido Mr Gordon

Mientras la climatología anunciaba huracán, tormenta tropical y chaparrones de película catastrofista bajo el nombre de Gordon, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián arrancaba sus noches ociosas el pasado jueves con la habitual fiesta de inauguración, celebrada en el Maria Cristina. Emplazamiento que repetirá como cierre de actos festivos, a finales de la semana cinéfila.

Al final el vendaval que iba a entrar por Galicia se quedo en agua de borrajas, en sirimiri que cambia el color de la camisa. Y todos y cada uno de los protagonistas de la noche pudieron entrar en el gran salón sin mayores impedimentos tras el visionado de la película en el Kursaal.

Allá estaba la elegante Silvia Marsó, sonriente ante las cámaras y cercana a quien quisiera hablarle. Se mantiene como una rosa la actriz catalana. Como los protagonistas de la película oficial de la noche, “Ghost”, quienes se acercaban a la barra de pinchos para dar buena cuenta de los aperitivos presentados.

Nos quedamos sin saber si ese apoyo acérrimo que los actores chinos procesaron en la gala inaugural a nuestra Real Sociedad fue sincero y puro o un derrape de la persona encargada de la traducción. Quedó curioso, y divertido.

La otra película oficial del jueves, “Vete de Mí”, acercaba al Hotel donostiarra al trío de protagonistas: su director Victor García León y los actores Juan Diego y Juan Diego Botto. Cerca de ellos, Isabel Coixet y Sara Driver sacudían los cimientos del cine independiente entre risas. El señor Olaciregui, el capitán del Zinemaldia, estaba tranquilo, con esa sonrisa perenne.

Y hablando de señoras o señoritas, se echó de menos a las presentadoras de la gala inaugural, la impoluta Edurne Ormazabal y Marisa Paredes. A decir verdad, la armada española que bajó por las escaleras del Cubo grande no se dejó ver en exceso.

Productores y periodistas hacían corro, saludándose como si se hubieran acabado las vacaciones y el jueves fuera el primer día de clase. Y a primera hora podemos decir que el aula estaba a tope, con un servicio exquisito de pinchos, copas, vasos, postres y continuos paseos a lo largo y ancho del hotel. Había ganas de juntarse, de brindar, de charlar sobre películas presentes y futuras.

Gonzalez Iñarritu departía con empresarios brasileños tras la charla del Kursaal, subiéndose más tarde a la barandilla de la terraza exterior, el espacio en el que los fumadores saciaban sus hábitos lejos de paredes y techos. Los políticos municipales se acercaron al evento inaugural, charlando sin mayores protagonismos.

Sin meter mucho ruido andaban Lluis Danés y Lila Pla, director y guionista de la película “LLach: La revolta Permanent”. Se les veía tranquilos y felices, guardando fuerzas para el estreno de su largometraje en nuestra ciudad. Como aún no nos hemos aprendido las caras de los protagonistas, casi se nos escapa Ignacio Benitez, el protagonista de la maradoniana ”El Camino de San Diego”.

Y flotaba en el aire esa eterna sensación de aquel hombre de gafas de pasta o esa chica de falda con vuelos tiene que ser alguien relevante, importante, en los próximos días. Las caras populares, las que la gente reconoce en cualquier poster o esquina, no abundaban por los pasillos del Maria Cristina.

Poco a poco la gente fue abandonando el lugar. Sabedores de que la semana es larga y que las fiestas serán abundantes por toda la ciudad. Asistir a las sesiones mañaneras puede ser un suplicio para quienes gusten de estirar las horas. Nosotros, que no salimos a disputar la etapa sino a dejarnos ver en todo el Tour, nos retiramos. Los más animados siguieron de juerga por las discotecas de la bahía.