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Etiqueta: Veronica Falls

Lurrazpiko Festa: Vive el underground

Sin ánimo de sentar cátedra, que me faltan kilómetros e ínfulas. Y con todo el respeto a los eternos combatientes de garitos como el sonoro Mogambo, el de Trintxerpe. Pero lo que el sábado discurrió en la sala Gazteszena de Egia, el llamado Lurrazpiko Festa, ese vendaval de bandas que nos resguardaba del temporal climático que sucedía en el exterior, fue todo un ejemplo de lo que es o debería ser la independencia. Creativa, se entiende.

Porque indie es dejarte las manos aplaudiendo a una de las propuestas más cercanas. Violeta Vil, afincados en Logroño, ofrecieron un concierto sublime. En su tercera visita actuante a la ciudad (su estreno como banda se realizó un Jazzaldia ¡en una de las tiendas del Kursaal!), sus nuevas canciones suenan a gloria. Si como tal consideras la música oscura, las voces bien regadas de reverb y delay, la electrónica con gran peso de la percusión – y a la vez poco discotequera- o los guitarrazos a lo Jesus And Mary Chain. Han conseguido un sonido compacto y certero. Una pena que por problema ajenos su disco de debut aún no exista físicamente, porque hubieran aligerado la furgoneta de vuelta a La Rioja.

Disfrutamos mucho de la sesión rockera de Sonic Trash. Los bilbainos llevaron a su terreno el cancionero de otros ilustres del underground, Cancer Moon, dotándolo de una vida “noisy” melódica. A ratos parecíamos volver a los 90, cuando Sonic Youth y los suyos nos enseñaban cómo unir suciedad y tonos bonitos. Pero el viaje sónico no tuve ningún achaque nostálgico. Fue puro gozo guitarrero.

Lurrazpiko Festa: Zombies indies

Arrancamos con una anécdota de la banda principal del sábado, una historia tan de ultratumba como el nombre del festival donostiarra. ‘Tocamos en Brixton la noche en la que Michael Jackson pasó a mejor vida. Justo antes de saltar al escenario recibimos un mensaje que nos informaba de eso. Y lo soltamos por el micro, pensando que era una coña. La atmósfera de la sala cambió de repente. Quien sabe, igual conectamos con su espíritu o algo así. Pero podemos jurar que el concierto no fue de los normales’. Esperemos que no haya que recordar la noche de mañana por algún deceso famoso, y que el Lurrazpiko Festa sea memorable por otras razones más culturales y sociales.

Mimbres tiene para ello. Lo primero, la entrada. Nueve horas de atractiva música, acabando a las cinco de la mañana, por solo doce euros en anticipada (corre, hoy aún llegas) es un precio de muerte. Y, por supuesto, las bandas y DJ que completan el cartel

La lista la encabezan los potentes Verónica Falls, plenos de actualidad con la publicación el próximo lunes del soberbio “Waiting For Something To Happen”. Ya esta semana pudimos escucharlo en streaming en la red, confirmando que es una brillante – en todos los sentidos- continuación de su aplaudido debut y en el que ya podemos confirmar pelotazos del calibre de “Teenage”.

El título del disco recoge el sentimiento colectivo de banda respecto a estas canciones’, nos cuenta Roxanne Clifford, guitarrista y cantante de la banda, mientras recordamos que su primer CD tuvo que volver a grabarse porque la primera sesión no les convenció, ya que les sonaba “demasiado profesional”. ‘Nos dimos cuenta que muchas de estas nuevas melodías hablaban de deseos, de la búsqueda de esa idea invisible que puede que no llegue nunca’.