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Etiqueta: Napoka Iria

Kutxa Kultur festibala: Un día grande

El festival guarda un espacio relevante para los músicos guipuzcoanos que se cierra, con cierre a cargo de Bobby Bare Jr.

El cartel musical del Kutxa Kultur siempre ha demostrado tenerle mucho cariño a las bandas locales que están arrancando en estos mundos del malabarismo melódico. Al igual que en su edición inaugural, las bandas seleccionadas por la entidad bancaria toman este fin de semana uno de los escenarios del parque donostiarra. Para quienes no los controlen, aquí va un somero repaso en riguroso orden de aparición.

Roulot se adhieren al coche del indie guitarrero, aquel que practicaban Radiohead en sus inicios y que luego fue mutando en esa bola sincopada actual. Les gustan las progresiones de los mencionados, y los aciertos de Sunny Ray Real Estate y otras formaciones noise pop. Jus es un trío que hace rock enfadado bastante melódico y de bajos bastante presentes, teniendo en camino el segundo de sus CDs.

Código Bushido es el proyecto de David García, un donostiarra que defiende los lirismos pop que mayor pegada popular han tenido en su urbe. Los zarauztarras Buffalo ejecutan unos atractivos temas instrumentales que van desde el jazz hasta el post rock melódico. Y ya que hablamos de este último campo musical, mencionar a Grande Days. El combo capitalino, con Rumano Power y miembros de Miztura en sus filas, tira de sus amores por Sigur Ros y HIM (los de Doug Scharin, no los “emo” europeos) para hacer evocadoras composiciones

Ya el sábado la velada arranca con Istrian. Los bidasotarras acaban de recibir un par de premios en el reciente certamen MusikIrun gracias a su mezcla de rock urbano, fulares alternativos, teclados y gran lirismo cantor. Lou Topet es uno de las agrupaciones más paseadas y pausadas de la elección. Fusionan rock americano y sentimiento euskaldun, siendo la suya una actuación calmada y ensoñadora.

Cohen llegan desde Urnieta para extender su sacerdocio hard-core. Cuentan con la vitola de grupo de sonido y ejecución perfectos, lo que seguro atraerá a los profanos. UK Bill (con gente de Utikan, Asgarth y Lauroba y de los pocos que cantan en euskera) defienden la bandera del rock ramoniano y derivados hard rock.

Napoka Iria presentó a principios de año un homenaje a una de sus mayores influencias, el blues. Suave, o encendido, ya sea como dúo o banda, siempre con la gran voz de Miren Narbaiza al frente, la formación con menos integrantes en esta selección está un pasito por encima del resto.

Y atentos a la clausura de este escenario: El norteamericano Bobby Bare Jr., que cuenta con tantas bodas como discos, despedirá este espacio dedicado a las formaciones locales con sus bendiciones folk USA. No se lo pierdan, que ya pasó por Donostia en 2009 y dejó un excelente sabor de boca a los (pocos) presentes.

Julieta Venegas: Más tequila, por favor

El Museo Balenciaga volvió a abrir sus puertas para otro multitudinario acto musical (imaginen si había gente que había hasta políticos entre el público) enclavado en la programación del circuito Kutxa Kultur Musika. Más de mil personas se dieron cita en Getaria en esa fecha que celebran como el Día de la Mujer para escuchar las melodías de la guapa mexicana Julieta Venegas.

Y féminas hubo, a cascoporro, sobre y frente al escenario. A la Venegas le acompañaban dos señoritas en el frontal escénico. Atrás quedaban los dos mozos, el animoso batería – sin llegar a ser como el de Maná, ofreció gran movimiento melenudo visual – y otro joven a los teclados. Ella, el foco principal, vestida con un bello vestido blanco, confirmó nuestras sospechas: Lo que en foto es atractivo en carne y hueso es aún más seductor. Pero vayamos atacando lo sonoro ya, que esto no es un texto “de negritas”.

La cosa arrancó dubitativa y bastante floja, con un par de temas de su último trabajo que seguro que en casa suenan muy confortables, pero en el museo bien podían haberse mostrado en formato CD + Karaoke, con una voz murmurada que luego tuvo a bien limpiarse un poco. Y no fue por el enfoque tecno pop, porque a lo largo del concierto ofreció temas de ese estilo con mayor acierto, caso de “No hace falta”.

Afortunadamente, la dama tiene canciones que enganchan con el público, y sabe construir una lista de canciones de menos a más. Ya para la tercera tonada, “Bien o mal”, echó mano de su elemento más característico, el acordeón, y la velada fue en claro ascenso. Tras una ración de flores a Euskadi en “Tiempo suficiente”, la autora de Tijuana reposó sus cantares en un piano antes de atacar un “Eres para mí” algo funky y rapeado. Ya que hablamos de teclados, la adaptación calmada de “Lento” fue tan sorprendente como elegante.

La cosa tornó en concierto de Semana Grande donostiarra con la llegada del archiconocido “Limón y Sal”, momento de gran algarabía asistencial que se repetiría con la interpretación del resto de singles radiados, caso de “Me voy”. La banda tuvo tiempo de ofrecer un par de composiciones de modernos aires rancheros – a juego con la bandera mexicana que alguien agitaba en el museo – que seguro encantaban a Martinez de Irujo y señora en la celebración de su próxima txapela pelotari. Del par, la que más gustó fue la titulada “El Presente” y su bien traído aire popero.

A las once y cuarto, y tras un agradecido bis de cierre, los presentes abandonaron el emplazamiento encantados. No queremos cerrar el texto sin dedicar un sincero aplauso a Napoka Iria, dúo guipuzcoano que tuvo a Iban Urizar como invitado especial a la hora de inaugurar la noche. Su sentido rock con fuerte voz femenina al frente, de creciente predicamento en el magma sonoro vasco, fue un precioso pañuelo melódico que completó con elegancia el refinado conjunto del pasado viernes.