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Etiqueta: Mikel erentxun

Mikel Erentxun: aires de clásico

Intérpretes: Mikel Erentxun (guitarra, voz) , Joseba Irazoki (guitarra), Fernando Macaya (bajo), Karlos Aranzegi (batería). Lugar: C.C. Intxaurrondo (Donostia). Día: 16 de mayo del 2015. Asistencia: unas 300 personas.

A grandes males, pequeñas alegrías. Tras un pequeño (gran) susto de salud el donostiarra Mikel Erentxun ha publicado uno de sus mejores discos, “Corazones”. No lo decimos sólo nosotros. Buena parte de los medios musicales más relevantes han aplaudido esta nueva colección de melodías, escritas de su puño y letra y que se adentran en el mundo de los creadores de canciones norteamericanos.

Siempre fue Mikel buen amigo de aquellos sonidos. No hay más que recordar su CD “Te dejas ver”. Pero ahora todo es distinto. Mejor, se entiende. El guipuzcoano entrega unas creaciones con cierto olor a clásico. Hay mucho de Neil Young y buena pizca de Wilco o Calexico. Pero sin dejar de ser uno mismo. Un ejemplo: “Vas a cansarte de mí”.

Pero en las dos hora de concierto hubo espacio para muchos momentos reseñables. En “Ojos de miel” se acercan a los Pulp del “Common People”. En “Corazón de huesos” todo se torna oscuro y atractivo. Recupera “Tu nombre en los labios” del local Rafael Berrio y la lleva al Nueva York de Lou Reed. Tira de oficio Beatle en “Quién se acuerda de ti”, se viste acústico en “Veneno”, enfada la clásica “A un minuto de ti” hasta hacerla irreconocible…

La banda, que suena más compacta que nunca, sigue siendo un alarde sonoro y visual. A la fiesta se unieron dos invitados especiales. Leire, hermana del artista principal, que subió a cantar “Ahora sé que estás”, y el productor Paco Loco. El asturiano “guitarreó” como un animal salvaje tirando de las cuerdas con rabia juvenil y añadiendo unos elegantes teclados allá donde convenía.

Exitoso regreso de Duncan Dhu

La banda donostiarra llenó el Kursaal ofreciendo un concierto excelente en calidad y duración

“Nadie es profeta en su corazón”, cantaba Mikel Erentxun en uno de sus discos. Pero sí que puede serlo en su tierra, aunque eso le pegue un baile al refranero. Porque Duncan Dhu llenaron el Auditorio Kursaal anoche en esta gira que les ha llevado de vuelta a los escenarios. No es una novedad local: están agotando el taquillaje en todos los recintos en los que actúan. Y en Madrid lo han hecho por partida doble.

Los asistentes al evento donostiarra disfrutaron con la actuación de dos horas a cargo del mencionado cantante y su socio Diego Vasallo: Juntos, en compañía de una banda magnífica en la que destacó el polifacético guitarrista Joseba Irazoki, recuperaron con nuevos y atractivos bríos los éxitos que todos el mundo ha tarareado, silbado o meneado en menor o mayor medida: “Una calle de París”, «Jardín de Rosas»,“Esos ojos negros”, «En algún lugar», «La Casa Azul» o las bien actualizadas “La barra de este hotel“ o “Entre salitre y sudor”, . También hubo espacio para algunas de las canciones publicadas en “El Duelo”, el último de sus discos, publicado a finales del pasado verano.

Con un Erentxun como rey de la escena y Diego Vasallo en un discreto segundo plano que abandonaría en ocasiones para tomar el micro y ofrecer un elegante y rasgado contrapunto vocal, el grupo invitó a la fiesta a Juanra Viles, la que fuera tercera pata de la mesa Duncan y ahora dedicado a otras labores políticas. Cualquiera diría que quedan unos meses para que la formación cumpla los treinta años de vida. Su regreso, que esperamos no sea puntual, ha supuesto volver a recuperar aquellas grandes canciones sin tirar de melancolía (“la nostalgia solo sirve para contar estrellas“, dicen en “La última canción”, un tema de su reciente CD), permitiéndonos además poder disfrutar del nuevo toque sonoro, más guitarrero y norteamericano.

La Guardia: Solo es rock, pero me gusta

Noche de aniversarios la del pasado jueves en el Victoria Eugenia. Los 25 años de historia del grupo andaluz La Guardia se topaban en Donostia con la entrega de la primera edición del premio Ciudadano 100 a Mikel Erentxun, con motivo de la celebración del día 100 por parte de la radiofónica cadena. ¿Hace falta detallar cual?

El dicharachero presentador, capaz de imprimir dinamismo a una carrera de caracoles, hizo entrega del galardón al donostiarra por su carrera discográfica y su apoyo a causas humanitarias. El cantante anunció que su nuevo trabajo, ya en ciernes, será más relajado y tranquilo. Buscando reafirmar esa idea personal, se despidió del respetable con un «El rock and roll ha muerto.Momentáneamente».

Menos mal que el quinteto granadino que iba a salir a continuación estaba ocupado planchando sus pantalones vaqueros (todos los músicos llevaban dicha tela), porque sino se hubiera montado una representación amateur de la obra Urtain, estrenada hace unos días en idéntico emplazamiento.

Alex Ubago, Mikel Erentxun y LODVG, en el 30 aniversario del Peine del Viento

Autor: El humilde Fotero del Pánico
Autor: El Humilde Fotero del Pánico

Comenzaban las festividades de esta inauguración algo retrasada con uno de los mejores ejercicios de donostiarrismo jamás imaginado.

Por una parte se encontraba el emplazamiento homenajeado, único en el mundo, la postal más adorada de nuestra capital guipuzcoana. Y por otro, la selección de músicos que amenizó la velada. Artistas que aunaban los genes locales y las elevadas ventas de discos: Amaia Montero (La Oreja de Van Gogh), Txetxo Bengoetxea, Alex Ubago y Mikel Erentxun.

Todos ellos tuvieron momentos de recuerdo y emoción para con el lugar y su autor en la hora larga de concierto. Txetxo Bengoetxea, el encargado de romper el fuego actuante, empezó con suavidad sobre el piano, ejecutando un par de canciones inspiradas en el propio Peine del Viento.

La posterior inclusión de la banda de acompañamiento que completaría las distintas formaciones (con muchos miembros habituales del grupo de Erentxun) demostró que los temas del antiguotarra son tanto o más radiables que muchas de las composiciones que inundan las ondas.