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Etiqueta: Alboka

Alasdair Fraser & Natalie Haas, Alboka: Hermanos ultramarinos

No se dejen nublar por la cabecera de este texto, que no es que el pasado jueves noche asistiéramos a un concierto en una tienda de congelados. El titular de esta crónica se refiere a la innegable relación entre las músicas de aquí y allá, entre nuestros sonidos tradicionales y las tonadas populares de otras partes del ancho mundo (en este caso, Escocia), como bien quedó demostrado en el recital celebrado en el Teatro Principal donostiarra.

De las tierras de los Highlands, el malta simple y la materia prima de las piedras del curling retornaba a nuestra ciudad Alasdair Fraser, bonachón violinista que sabe transmitir en su música las cordialidades que contiene su persona. Y volvía el aguerrido rasgador con femenina compañía, la joven violonchelista Natalie Haas, con la que ya había coincidido en aquel homenaje a mayor gloria de Robert Burns titulado “The Legacy of Scottish Fiddle vol II”.

Parecieron gustarse (musicalmente), porque ahora presentaban disco conjunto, “Fire & Grace”, en las que el violín de él ponía la llama y ella aportaba la delicada gravedad de su cello.

Resultó un concierto breve pero intenso, apenas 35 minutos, buscando concentrar en ese reducido espacio las vaporosas melodías pausadas y los alegres tonos festivos de las épocas pretéritas en las costeras tierras norteñas (sí, aceptamos “Los Inmortales” o “Braveheart” como tópicos ejemplos fílmicos). Un lujo que esperamos volver a ver pronto.

Alboka: Nuevas tradiciones alegres

Noche de animosos sones de raíz euskaldun la del pasado martes en la Plaza de la Trinidad. En un espacio en el que predominará el folklore mundial (salvo alguna que otra excepción más juvenil), el grupo guipuzcoano Alboka se acercaba a la programación de conciertos de la Semana Grande donostiarra dispuesta a demostrar que los aplausos que está consiguiendo aquí y allá su tercer trabajo discográfico titulado “Lorius” se complementa con un directo afectivo y efectivo.

Porque eso es lo que ofrecieron los siete miembros de Alboka desde el arranque, con sus melodías repletas de aires positivos. Por algo su nuevo trabajo discográfico de título vasco se traduce por “felicidad”. Y así lo entendió el público situado en la zona trasera del aforo, que se fue animando a darle la respuesta corporal correspondiente a este tipo de músicas. El baile a lo suelto que lo llaman.

Las sillas plegables presentes en el auditorio natural de la Parte Vieja se ocuparon por los que ya empiezan a echar un ojo a la cadera, aunque también pudimos ver a varios jóvenes practicando el “kursaalismo”. Ya saben, esa nueva tendencia de tragarse sentado actuaciones llenas de energía y vivacidad. Arriba, en la terraza superior de la plaza, gárgolas juveniles en grupos numerosos parecían desentenderse. Los convidados de piedra al evento andaban más enfrascados en que su cuerpo estuviera perfectamente hidratado.