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Inmersión vanguardista

El bretón Yann Tiersen ofreció un concierto digital que fue de lo ambiental a lo discotequero

Intérpretes: Yann Tiersen (sintetizador, sampler), Jens L Thomsen (electrónica), Emilie Tiersen (voz).

“¡Toca la de Amélie!”, se escuchó en la actuación de Yann Tiersen ofrecida el domingo en el Kursaal. Fue la única petición expresa, aunque luego en la salida se oyó en más de un corrillo: “Sí, ha estado bien, raro, pero qué pena que no haya tocado alguna de esa película”. Una idea fácilmente subsanable hoy en día. Acudir a internet a preguntar sobre el último disco nos habría dado una pista de por dónde viaja la mente del compositor en la actualidad. Acertaron. Sus ondas están a años luz de la banda sonora que realizó para la afamada película de Jean-Pierre Jeunet.

Desde el comienzo quedó claro que la cita iba a ser digital y ambiental. Comenzando por la música ambiental previa al show. Una tormenta quizás grabada en Ouessant, la pequeña isla en la que Yann Tiersen habita, acompañó temas tan concretos como evocadores (‘As Above, So Below’ de Carl Matthews)

La escenografía ayudo a que la experiencia fuera inmersiva. Con luces muy activas y presentes durante el evento. Dos pantallas colocadas delante y detrás de los músicos proyectaron imágenes digitales que a veces tomaban formas naturales deconstruidas similares a las de un río, el espacio exterior o la silueta humana dividida en mil puntitos. En una tarde que tiró por tierra las sospechas (a veces confirmadas) de que los autores más tecnológicos solo mueven rueditas o se traen todos grabado de casa: nada más pisar el escenario Yann Tiersen y su socio Jens L. Thomsen dijeron “Perdonadnos unos minutos, que tenemos que afinar”. Y allí se pasaron casi sesenta segundos buscando el tono ideal de sus teclados.

Lo que vino después tuvo detalles de toda la electrónica publicada en los últimos 40 años. Si mentan a Kraftwerk acertarán. Si mencionan a Orbital estarán en lo cierto. Si hablan del magnífico Jean Michel Jarre también tendrán razón. Mencionar el EBDM – Electronic Body Dance Music- sería certero. Hasta Kitaro y aquel futurismo de hace unas décadas pareció asomar en un minutaje que tuvo varias aportaciones vocales. La cantante Emilie Tiersen se vistió de Beth Gibbons (Portishead), ofreció nanas de entonación sideral y momentos folk casi religiosos.

La actuación donostiarra de Yann Tiersen fue una progresión de menos a más, de lo orgánico a la profusión de bombos y del optimismo ensoñador a la oscuridad. El punto experimental y digital del programa del Kursaal en el Jazzaldia 2022.

Publicado en El Diario Vasco
Publicado enCríticas de conciertos

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