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Dani Martin: saliendo por la puerta grande

El cantante Dani Martín hizo vibrar a los 6000 asistentes de su cita donostiarra con sus canciones pop-rock de corte emocional

¿Fútbol?¿Qué fútbol? Para Liga de Campeones la de Daniel Martín García (Madrid, 1977). En su concierto del Illunbe Arena la gente llenó el albero, palcos, barreras y balconcillos con una emoción que se tornaba en festivo murmullo antes de comenzar la velada. Olvidando los usos pandémicos del lugar, abrazando los más festivos. Con derramamientos, pero de lágrimas de alegría. Disfrutando de esta parada de la gira ‘Qué caro es el tiempo’. Un minutaje sonoro que ayer se cotizaba a partir de 40 euros la entrada por casi dos horas de faena.

El figura y su cuadrilla contaron con una terna de guitarras en danza. El pial que marca a fuego su ganadería llegó con curvas de pop rock, ensoñaciones, romanticismo, energía, chulería y, dicen, guapura. Con varias y variadas tarascadas que enfervorizaron a un público que lo cantó todo. Entraron al trapo porque el madrileño ha organizado la lidia para contentar a sus seguidores: los que aparecieron con El Canto del Loco y los que se han ido sumando en su carrera en solitario. “El público ahora quiere cantar lo que se sabe, lo que forma parte de su vida y su felicidad.”, dijo en la entrevista a este medio el pasado viernes. Y así fue.

Un espectáculo lleno de estocadas y pases. Medios tiempos y baladas que se enrabietaron. ‘Zapatillas’, ‘Puede ser’. Virando hacia la música italiana, The Killers y The Beatles. ‘Portales’, ‘Cómo me gustaría contarte’, ‘Peter Pan’. Melodías ejecutadas con temple y cercanía. ‘Que se mueran de envidia’, ‘Volverá’, ‘Ya nada volverá a ser como antes’. Un momento emocionante, un guitarrazo contagioso.‘Una foto en blanco y negro’, ‘Cero’. Una voz nasal bien apoyada. ‘Tal como eres’,‘Insoportable’. En un escenario que se llenó de destellos de colores, unas pantallas laterales por las que se llegaron a colar anuncios publicitarios y un sonido general que fue asentándose y ganando calidad. En el peliagudo arte de valorar el conjunto de suertes unos pidieron la vuelta al ruedo, otras las orejas y un buen número de presentes el elemento que falta en la serie habitual de estos galardones.

Publicado en El Diario Vasco
Publicado enCríticas de conciertos

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