Saltar al contenido

Año: 2018

Bonzos: cerillas apagadas

Intérpretes: Hombre Lobo Internacional, Bonzos. Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 5 de enero. Asistencia: unas 75 personas.

“En todos los conciertos hay alguien que nos pide que toquemos más rápido”, dijo en un momento de la noche el cantante del grupo Bonzos. La voz anónima del público tenía razón. Al conjunto le faltaba chicha y quizás pisando gas la cosa podría haber mejorado.

No es extraño que en una carrera larga como la de estos vizcaínos lo que al principio era punk acabe siendo rock acelerado. No hay más que ver a bandas como Discípulos de Dionisos o Nuevo Catecismo Católico. Formaciones que parecen haber embadurnado sus melodías en “anti-aging” para seguir sonando fascinantes. Pero también puede pasar que en esta travesía tus canciones pierdan garra por el camino.

Algo de eso parece haberles sucedido a estos bilbaínos que le cantan a su ciudad (“El rey de la Ría”, “Lluvia, hierro y rock&roll”), que adoran Nueva York y que se manejan bien en ambientes surferos a lo Airbag (“Charlie ya hace surf”) o en las temáticas curiosas (“Narco punk”). A los Bonzos les faltó gancho en su cita donostiarra, y bien que nos pesó.

Unas carencias que mejoraron el concierto del telonero, la banda unipersonal Hombre Lobo Internacional. Una fórmula limitada -guitarra, voz, batería con los pies- que contó con disfrutonas versiones de los Ramones y buenos momentos de blues enfangado y rock clásico.