Intérpretes: Maddi, Olatz Salvador con banda. Día: 2 de mayo. Lugar: Casa de Cultura Intxaurrondo. Asistencia: lleno, unas 180 personas.
La vida son chispazos. Instantes que se destacan de otros similares para acabar fijándose en nuestra corteza. Aplicado al arte ejecutante, pueden ser esos momentos que se alejan de lo habitual y nos abren una carpeta especial en el cerebro.
La noche del pasado sábado hubo varios de esos centelleos en los conciertos que ofrecieron Maddi y Olatz Salvador. La primera de las nombradas hizo las veces de telonera, entre suaves rasgados de guitarra y un vozarrón que la coloca en algún lugar entre Neighbor, Anari y Zea Mays.
La cantautora de Ataun iba “cantautoreando” elegante y sencilla cuando dejó la acústica para interpretar una tonada con el bajo. Y en esa canción surgió el chispazo que, sin desmerecer lo escuchado hasta ese momento, nos inyectó las ganas de verla a banda completa.
El “momento” de Olatz Salvador duró prácticamente toda la segunda mitad de su set. La primera parte de la presentación de su debut “Zintzilik”, trabajada y atractiva, tuvo el lastre del guitarrista tocando para el cuello de su camisa.
La joven autora donostiarra, en una velada que fue de menos a más, echó mano de versiones ajenas para regalar a sus seguidoras – mayoría femenina en los asientos desplegados para la ocasión en Intxaurrondo- un concierto de setenta minutos. Y a mitad de paseo surgió el destello que distinguió su actuación.
Ya habíamos alucinado con la forma de cantar, potente y bien bailada. O con sus coros, entonados colocando el micro a la altura del ombligo. Pero desde la aparición de la bailarina Elene Carreto en “Sustraiak” todo fue más distinguido.
El momento “rap” y el fondo digital de algunos pasajes, la colaboración de su padre y su tío (Eduardo e Iñaki Salvador) en la adaptación del clásico “Kulunka”, el divertido despiste de que los fans le cantaran una estrofa que Olatz había olvidado, la dulzura demostrada en la versión ligera de “Korapilatzen”. O el cierre con mecheros – y móviles- encendidos para acompañar el tema “Zintzilik”. No habrá muchas ocasiones de ver a Olatz Salvador presentando el disco, así que aprovechen cualquiera de las citas restantes. Seguro que se topan con fogonazos bien gozosos.