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Jazzaldia 2017: Un domingo soleado

Los grupos contaron con una abarrotada asistencia a sus conciertos en la zona gratuita del Jazzaldia.

El Jazzaldia llegaba a su ecuador con el sol como aliado. El astro luminoso – de los otros, los musiqueros, ya ha habido varios durante estos días de Festival- se instaló en la ciudad tras varios días semioculto, convirtiendo el domingo en “día de descanSol”. Más de uno miraba a las piscinas del Tin Tin Zurriola, alejadas de los rigores de la bandera roja que ayer capitaneaba la playa del lugar, con ojos de refrescante ilegalidad. La de quedarse con lo mínimo y pegarse un rápido chapuzón.

El “donostiarrus festivalensis”, preparado para todo tipo de situaciones, embadurnó su cogote con cremas de protección 80, tapando sus pelambreras o la ausencia de las mismas con viseras, sombreros de paja, pañuelos, programas de mano y hasta mangas de jersey. Lo que fuera con tal de no perderse los conciertos que inundaban las terrazas de la zona gratuita. Explanadas repletas de gente desde los primeros compases de las actuaciones.

Músicas que derriten

Houston Person acababa su triplete de conciertos en el Escenario Frigo. Espacio que volvió a derretirse ante la belleza del experimentado soplador y sus socios. La gente, entre los que había algunos repetidores de anteriores pases de Person, volvió a agradecer la pericia y ejecución de los músicos, quienes también sufrieron los vigores de la estrella luminosa sin poder apartarse de los rayos. El propio Houston empezó a esquivar el sol como pudo para acabar poniéndose un gorro de playa. ¿Elegante? Práctico al menos sí que parecía ser.

El set volvió a mezclar momentos de gran belleza romántica con homenajes briosos a temas de ayer, hoy y siempre. La gente aplaudió como si no hubiera un mañana, frase que gana peso cuando vemos la climatología que se espera hoy, lluviosa cuando menos.

La vitoriana afincada en Londres Elena Echave, que había estirado los vermús hasta llegar a la zona de conciertos, asistía al show de Person atenta, pero menos. “En verdad he venido a ver a Of Montreal. Y a mis amigos, claro. Llevo diez años asistiendo al Jazzaldia, y me encanta pasear estos días por los escenarios, picar de un sitio y otro. También intentaré ver a Fantastic Negrito, que lo he catado en youtube y tiene rollazo”. Traducción: le gusta el estilo blues contemporáneo del norteamericano.

Un sobresaliente Ernie Watts
En la Terraza Heineken se despendolaban los miembros del Ernie Watts Quartet. Algunos recordarán a Ernie Watts por ser miembro de la banda del contrabajista Charlie Haden en sus visitas de 1993 y 2001 a la ciudad. Pero su curriculum es mucho más extenso, con 24 álbumes en sus más de cincuenta años de carrera. Los amantes del jazz no pudieron encontrar mejor sitio para sus músicas. En parte por la sombra que cubría buena parte de la zona. Y también por las obras de Watts y los suyos, clásicas y sugerentes, nerviosas y elegantes. Si atendemos a los aplausos de la gente la cosa fue sobresaliente cuando menos.

Chulo jazz académico

Tres eran tres en el escenario Coca Cola, tres eran tres: Erik, Joanes y Dave. El madrileño Erik Niemietz y los zarauztarras Joanes Ederra y David “Dave” Gorospe se conocieron en nuestra universidad musical, Musikene, decidiéndose por el poliamor sonoro del formato trío a finales del año pasado. Y juntos sufrieron los rigores climáticos. Sudaron la camiseta, eso es innegable. Allá se les vio secándose cual Nadal en un partido de tenis. Se agradeció que en sus paseos estándar presentaran todas las canciones, en lo que acabó siendo un evento de chulo jazz académico.

Iñigo Serrulla demostraba en la Carpa FNAC las virtudes de sus melódicas composiciones ante un número creciente de personas, mientras la gente de Lucky Chops se iba preparando para su agitado set, el que iba a dar comienzo a los conciertos en el escenario principal de la playa. Una neoyorquina charanga. Tocando muchas versiones conocidas. En la playa. ¿Qué podía fallar? Hoy los tienen en la Plaza de la Trinidad, en pack doble con Macy Gray. Señal de sus altos vuelos, ayer gratuitos para el personal.

Publicado enReportajes

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