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Mes: octubre 2014

Victoria tropical

Dos personas. Un chico y una chica. Ese era todo el público presente en la sala Gazteszena del barrio de Egia cuando The Free Fall Band hizo sonar sus primeros acordes. En el fondo los asistentes (justo justo se puede usar el plural) fueron unos afortunados, porque pudieron ver entero el set de estos catalanes. Una colección de canciones maravillosa, con un nervio popero pocas veces visto. Y dignificando el uso del saxofón en estas lides. A ratos se disfrutaba como con los primeros Hefner, y en otras simplemente uno se descubría la sonrisa en la cara ¡Qué más se puede pedir!

Tras ellos llegaron Trajano, apuesta que está subiendo como la espuma y quien sabe si no se disolverá como la misma. Tienen un buen fondo sonoro, ochentero, tan oscuro como nervioso. Pero su cantar, antinatural y muy grave, hace que los odies o los ames. O lo que es peor, que no te digan nada. Mejor lo hicieron los noruegos Beezewax, sobre todo en el arranque y el cierre de su actuación. La zona media fue algo monótona, cayendo las buenas impresiones que causaron sus primeros temas. Unas melodías muy del gusto nórdico -seguimos hablando de pop-, con esa habilidad que manejan en Escandinavia para sonar dulces pero no ñoños.

Y como colofón el grupo que todos esperaban, Is Tropical. Los londinenses no fallaron en su presentación donostiarra, ofreciendo un concierto pleno de vitalidad. Estos británicos controlan las manijas actuantes que da asco (ya me entienden) escucharles. La suya fue una selección de temas perfecta, bailando sin perderle el ojo a los Jam, llenando la sala de energía a cada golpe de batería. La noche se cerró con la sesión DJ del colectivo Ni Mu y su electrónica danzarina.

Is tropical: La banda del millón de visitas

Pillamos al batería de la banda, Dominic Apa, haciendo tiempo antes de una prueba de sonido en México. “Y ahora, gracias a ti, no voy a poder quitarme la comida vasca de la cabeza”, nos cuenta el hombre del pasaporte con cientos de sellos. Hasta han actuado en Mongolia, viaje recopilado en un documental de la revista Vice. “Desde que empezamos en esto de la música no hemos parado. Nos pusimos el nombre del grupo pensando en ciudades con las que soñábamos mientras estábamos tirados en las casas ocupas en las que vivíamos. Ahora podemos ver mundo, actuar, hacer canciones durante la gira. ¡Así es difícil darse cuenta de que realmente estas trabajando!”. Uno imagina a la banda en ese verano adolescente pleno de insensatez y felicidad. “Ojalá fuera nuestro caso, pero ya no somos tan jóvenes. Hemos hablado con científicos en busca de la juventud eterna. Mientras encuentran una solución podemos seguir divirtiéndonos”.

El trío londinense cuentan con una legión de seguidores, los cuales hacen que cada uno de sus vídeos supere el millón de visitas en youtube. Hasta les piden ayuda vía Facebook para conducir su furgoneta de gira, como sucedió en la última visita a la península. “Aquello fue una excepción, nos quedamos tirados en una época que andábamos sin manager. Pero conseguimos sacar adelante las fechas. Tenemos unos fans que se apuntan a un bombardeo”.

Vienen para presentar “i´m leaving”, un trabajo más refinado que el debút que busca “huir de los collages sonoros de antaño, usando las canciones para contar historias”. Hay temas que les emparentan con los Cristal Fighters. “Son días duros para ellos. Su batería era una persona maravillosa”. Otras melodías les acercan al mundo popero de New Order. “Aunque el pop ya no es lo que era. Murió con Michael Jackson. Ahora tenemos a Miles Cyrus cabalgando un perrito caliente gigante. No hay argumentos posibles”.

La formación anuncia que la publicación a finales de año del nuevo disco (“Black Anything”, Axis Mundi Records) no frenará la salida de otras canciones nuevas a los largo de 2015, con renovados sonidos y enfoques que seguro podremos degustar esta misma noche.

Donostikluba: Un club abierto

El festival donostiarra abre sus puertas al movimiento local sin olvidar llenar su cartel de citas atractivas y gratuitas.

Sergio Cruzado, promotor del Donostikluba que se celebra este fin de semana en la capital guipuzcoana, empieza fuerte la charla. “No existe la música indie. Eso es una estética temporal. Independiente es la actitud, no buscar el pelotazo, no venderse”. Una idea que alcanza su mayor cota de popularidad en el Kutxa Kultur que él mismo coordina y que tiene en este certamen de otoño la consecución real de su proyecto. “Igeldo quiere ser una cita veraniega urbana, especial e identificativa. El festival de estos días maneja otros conceptos: tiene nueve años de vida y una idea de potenciar la cultura del club. Montando circuitos para que los grupos crezcan y la música independiente estatal e internacional llegue a la ciudad”.

La edición del 2014 es especial. No por acercarnos grupos que jamás hayan pisado Donostia ni por programar bandas vascas que cuentan sus conciertos por llenazos, que de todo eso ya hay en esta plancha. La cita de este año es diferente porque abre sus escenarios al magma cultural donostiarra. Algo que siempre se ha hecho en mayor o menor medida. Pero nunca de una manera tan variada y numerosa. Porque lo de este fin de semana parece un circo de seis pistas.

Para Sergio no es más que la traslación a lo sonoro del funcionamiento del equipo de sus amores, la Real Sociedad: ”Gente de fuera que marque la diferencia, jugadores estatales que hacen las delicias de los espectadores y la apuesta por una cantera que nos da muchas alegrías”. Con las puertas abiertas a todo el mundo, para demostrar que la urbe bulle. “Cuando empezamos esta ciudad era un desierto. Mirábamos a Bilbao con envidia. Parecía que la solución era hacer estudios sobre necesidades culturales o construir nuevos recintos mientras en los ya existentes apenas se programaba. Nosotros planteamos acción. Éramos colectivos que si trabajábamos en red íbamos a generar un público que nos iba a beneficiar a todos. Esto se puede ver este fin de semana, fecha en la que colaboramos Ginmusica, Revolutionary Brothers, Gure Gauza, Nimu, Beltza Records, Ayo Silver, Bukowski, Staaf, Musikagela y Garoa Kultur Lab”.

Hechas las presentaciones vamos al cartel que se inaugura con el estreno de los donostiarras Ghost Number & The Gipsy Gipsies. Un arranque sureño en el Bukowski antes de subir a Gasteszena a disfrutar de una noche en la que destaca la actuación de los británicos Is Tropical, banda a la que entrevistamos en la página siguiente.

El resto de formaciones de hoy también visitan Donostia por primera vez. The Free Fall Band llegan desde Barcelona apadrinados por Miqui Puig. Practican un pop suave a lo Belle and Sebastián ideal para el comienzo de la velada. Beezewax vienen de Noruega y defienden la emoción electrónica, el guitarreo vital y el pop apoyado en digitalismos. Tras ellos llegan Trajano, la última sensación madrileña. Sobrevuelan espacios de oscuro optimismo influenciados por Joy Division o Golpes Bajos. Y al cierre nos toparemos con el colectivo Ni MU, pinchadiscos defensores de los sonidos negros más tórridos antiguos o modernos, pero siempre enfocados a ponernos en danza.

El sábado es el día grande. Por actuaciones. Por el cartel. Por la variedad. Y porque es gratis. Algo que los promotores han conseguido “implicando a la gente en una idea en la que creen”. El escenario principal se llenará de formaciones contundentes que cuentan sus apariciones por victorias: Los bilbainos Cápsula, ese dúo Niño Coyote eta Chica Tornado que suena como una banda de 5 miembros, los llena-salas Willis Drummond. A su vera se acercarán otros dos grupos vizcaínos menos conocidos. Yellow Big Machine defienden el rock impactante distorsionado y libre de la escuela de Sebadoh, Fugazi, Sonic Youth o Patrullero Mancuso. Y Sonic Trash volverán a nuestra tierra con su rock de carácter festivo onda Girls Against Boys.

Pero lo más atractivo del sábado, más allá de esos grandes nombres, es perderse por la casa de cultura de Egia. Un espacio que por un día va a abrir sus pasillos y estancias convirtiendo cada uno de ellas en una sala de conciertos. Empezando por la biblioteca, lugar en el que actuarán los getxotarras Fakeband, fans de los Eagles o Big Star que llegan en formato acústico.

Si el clima es benévolo podremos subir a la terraza de Jareño. Allá repiten Ni Mu a los platos, y los donostiarras Bracco demostrarán que su canalleo blues-rock es harina de otro costal. También podremos hacer pasillos. En los de Musikagela se escuchará a Los Hormigones capitaneados por ese multidisciplinar artista denominado Roskow. O atender al rock and roll de los locales Watxuwei.

Nos queda el salón de actos, auténtica pasarela de las asociaciones locales. Desde las diez de la noche a las seis de la mañana se podrá disfrutar de la presencia de los responsables de otros festivales urbanitas (Soul Supreme, Mojo Workin) pinchando las músicas que les caracterizan: dub, soul, funk, ska… El Lurrazpiko Festa acercará a Egia un showcase propio: Elephant Stone y Allower. Atentos a estos elefantes, que prometen ser una de las actuaciones de la noche. Pop de toques sicodélicos, coros a lo Primal Scream y más adictivo que un paquete de golosinas recién abierto.

Cerramos con un aviso a los navegantes que quieran acercar su txalupa mañana a Gasteszena. La entrada es libre hasta completar aforo. Vayan pronto, no dejen los deberes para el final. Y ya de paso picotean un poco de la oferta local. Venga, que ya saben cómo se hace. Es como lo de los pintxos, que a todo mundo gusta, pero con canciones.