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El nuevo sonido vasco

[Aprovechando las virtudes de internet, cuelgo en este espacio la crónica completa, la cual no pudo salir tal cual por problemas de espacio]


Intérpretes: Napoleón IIIrd, Jupiter Jon, Bastardgeist. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Asistencia: unas 150 personas. Día: 24 de noviembre del 2011.

Impresiona el titular de esta crónica,¿eh?. Tranquilos, que no es para tanto. Que somos guipuzcoanos, hombre. Pero cada cosa a su tiempo.

El pasado jueves subimos a la sala Gasteszena para asistir al triplete de grupos que la propuesta foral Gaztemaniak! presentaba en Donostia. Con los locales Jupiter Jon colocados en la mitad del cartel, el arranque y el final llegó con pasaporte extranjero.

Abría la noche el señor Bastardgeist, persona que más tarde volvería a subir al tablado como miembro de Napoleón IIIrd. Lamentablemente no llegamos a ver más que unas pocas canciones, debido a las adversidades de la gran ciudad, sus labores y sus aparcamientos. Lo que escuchamos era casi ‘new age’, con falsete vocal todo el rato, experimental pero asequible.

Había muchas ganas de ver a Júpiter Jon, que andan presentando su debut largo grabado para la nunca aburrida casa discográfica Bidehuts. No exagero si afirmo que casi todos los presentes habían acudido para disfrutar de las evoluciones del grupo de Aida, la antigua integrante de Lisabö, y sus compinches. Chica que canta y aporrea los tambores con más suavidad que antaño. Ellos son, pueden ser, parte de “el nuevo sonido vasco”, que dijo un joven a mi lado. De acuerdo con la frase, pero menos.

A estos satélites les pillé un punto post-hardcore neoyorquino (Sonic Youth en sus inicios, para entendernos), más amaestrado. Como la suavidad punk de los Pixies. Como una mezcla entre Lisabö y Mursego. Cercanos a los brincos de Adam & The Ants. Jupiter Jon serían la facción más amable – es un decir- de la música que se hace en nuestra frontera territorial. Por cierto, ¿cuándo habrá un grupo en la zona del Bidasoa que haga una música medianamente normal? ¿Nunca? Genial.

Y el cierre nos conquistó. Napoleón IIIrd ofreció una velada con tantos gustos distintos que, a riesgo de fallar u olvidarme algo, voy a echar mano de la libreta de apuntes y les listo algunos. Luego ya, pues escogen los que quieran: Animal Collective, Magnetic Fields, Depeche Mode, la épica de U2, el canto alto de Erasure, el bombo de Underworld. Todo de manera muy original y divertida, popera y moderna.

Y si al ‘new basque sound’ le faltaban himnos, como afirmaba mi socio el etiquetador, al dúo napoleónico se les caían de los bolsillos. Con apenas dos ordenadores, una guitarra y muchos efectos, su unión de tendencias es más vital y positiva que tres temporadas de diseños exclusivos para H&M.

Lo que de verdad parece haberse convertido en el nuevo sonido vasco es el silencio. El que ofrece la ausencia de asistentes a estos conciertos interesantes pero casi desconocidos. O los de esos bares con la música precintada. Pero eso, como decía el camarero de la película “Irma la Dulce”, es otra historia.

Publicado enCríticas de conciertos

2 comentarios

  1. […] entzun ditut eta duela bi aste Gazteszenan egin zuten kontzertua; Egiako aretotik gazteren bat Euskal Soinu Berriari buruz hitz egiten atera zen eta, besterik ez bada ere, balio dezala gomendio honek broma-giroan sortu zen […]

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