El cuarteto madrileño había dejado el listón muy alto con su anterior ‘Sintética’. Un puntal que no ha hecho sino afianzarse con el nuevo CD que presentan hoy en Gasteiz y mañana en Donostia.
‘Tara Motor Hembra’ son diez canciones de alma oscura y ejecución tan tensa como variada y brillante. Leo Mateos, voz y guitarrista de Nudozurdo, afirma que “el uso de la violencia en la música y en general en todas las artes está muy infravalorado. El tema “Prometo hacerte daño” es una canción que pretende hacerle justicia al concepto”.
El reciente trabajo cuenta con un gran atractivo lírico que pinta deprimente y apunta luminoso. “Me encanta cuando salen ideas inesperadas que me hacen preguntarme qué quieren decir. Me gusta escribir sin controlar el destino o la finalidad. El contraste es marca de la casa: oscuro-luz, limpio-sucio, arriba-abajo, obvio-ambiguo. Son canciones que hablan de cosas misteriosas como el amor, el odio, los celos, la amistad, la frustración, el deseo. La disfuncionalidad puede ser extremadamente bella. Y en muchos casos estamos abocados a ella”.
La banda ha sentido la necesidad de dar pasos diferentes a los ya muy aplaudidos. Un brinco que puede gustar sin mayores esfuerzos a los fans de Lisabö, El Columpio Asesino, Mercromina o Joy Division. “Somos de esos grupos que necesitan desmarcarse de si mismos para tener una sensación de avance”. Temas como el impresionante ‘Prueba/error’, ‘No me toquéis’, ‘Conocí el amor’, la manchesteriana ‘Golden Gotelé’ o ese ‘Dosis Modernas’ que German Coppini hubiera firmado con los ojos cerrados confirman lo acertado el cambio.
Una mutación que podremos ver en el escenario donostiarra. Para la cita local prometen tocar “dos o tres temas del primer disco, la mitad de ‘Sintética’ y la mitad del último”, mientras encuentran hueco en la entrevista para lanzar flores a uno de nuestros autores más interesantes: “Es difícil hacer música como la de Dotore. Tiene algo especial, no tiene prisa. Las melodías son inteligentes y las letras no pretenden apoderarse de la canción”.
El británico presenta en Donostia y con su banda un EP y futuro disco largo
Pocos autores encontrarán de paseo por nuestra ciudad que consigan lo que David Bisbal logra con su sola presencia. En un auditorio abarrotado en su zona abierta (la última platea estaba cerrada), el andaluz se presentó sentado en un sillón y todo el publico se levantó de sus asientos aplaudiendo como si no hubiera un mañana. Un respetable entre el que destacaremos una abrumadora mayoría femenina y que repitió la efusiva jugada varias veces a lo largo de la velada.