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The Posies: Torbellino Católico

Empecemos quitando el susto a los lectores y la pistola a los siempre ingeniosos comentaristas de la versión web de este artículo: La religión a la que hacemos referencia no es la que tiene al Padre Jony como número 1 de ventas, sino ‘A Catholic Education’, el disco con el que la banda escocesa Teenage Fanclub debutó.

Un álbum que la noche del pasado domingo sonó como un torbellino en el Guardetxea donostiarra por obra y gracia de otra formación musical, The Posies. Una idea cuando menos extraña -tocar un disco entero de otra banda-, pero que resultó todo un acierto.

Los norteamericanos, comandados por los espectaculares Jon Auer y Ken Stringfellow a la guitarra y voz, insuflaron vida a un trabajo que el paso de los años no ha sentado del todo bien. Es el de Teenage Fanclub eso que se conoce como ‘un vinilo inicial’: Temas geniales se acompañaban de cierta aureola grunge solo apta para seguidores irredentos.

Era aquella educación católica una piedra inaugural de una carrera que tendría peldaños posteriores mucho más gozosos como ‘Bandwagonesque’ o ‘Grand Prix’. Once canciones que, ahora revisitadas por la banda de Seattle, sonaron plenas de energía, concreción y potencia en un recinto que se adaptó como un guante, otorgando una segunda juventud al ya veinteañero disco.

Claro que hay que tener el nivel estratosférico de The Posies para resucitar cualquier quincalla sonora. En sus manos, hasta un disco de Mari Trini puede ser considerado piedra filosofal del power pop. Así, elevaron temas ya de por sí gloriosos (‘Everything flows’, ‘Every picture I paint’, ‘Everything´s fool’, ‘Too involved’) y abrillantaron otras piedras hasta hacernos creer que eran diamantes (‘Heavy Metal’, ‘Dont need a drum’). Los Posies tuvieron tiempo para recuperar trallazos melódicos propios (‘Solar Sister’) y presentar temas nuevos que ahora mismo están grabando en el sur de España.

La velada comenzó con el pop cafetero (regaló magdalenas y cafés, además de cartones para puntuar sus temas) del donostiarra Giorgio Bassmatti. Un concierto que se celebró en el exterior hasta que apareció la lluvia. Los navarros Muy Fellini sonaron mil veces mejor que en disco. Y los franceses Cheap Star presentaron la inspiración afrancesada de unas canciones que colgaban de árboles maestros como Big Star, The Byrds o los propios Posies.

Publicado en El Diario Vasco
Publicado enCríticas de conciertos

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