Un cálculo matemático empleado en el críquet da nombre al proyecto conceptual de Neil Hannon (Divine Comedy) y su socio irlandés Thomas Walsh. Los elementos de este divertido partido son el glam, el rock setentero y el pop eterno.
Es precisamente en este último campo donde la cosa se vuelve gloriosa, con la aportación del divino Hannon y sus coqueterías beatle.
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