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The Bad Plus con Wendy Lewis: Di-versiones

Intérpretes: Ethan Iverson (piano), Reid Anderson (contrabajo), Dave King (batería), Wendy Lewis (voz). Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día:26 de Julio 2009. Asistencia: unas 450 personas. Precio: 15 euros.

Con el lunes ya caminando tranquilo por las agujas del reloj laboral (señores programadores, no todo el mundo está de vacaciones) se presentó en el Victoria Eugenia la actuación de The Bad Plus, quienes vinieron en compañía de la vocalista Wendy Lewis para pasarle la llave al candado de actos del Jazzaldia 2009.

Los primeros 45 minutos presentaron a los Plus gozando con las instrumentaciones. Era un placer ver la expresividad y la alegría con la que el batería Dave King tocaba su instrumento: Golpeando un tambor de juguete, jugando a no repetir golpeos, baqueteando hasta el aire que le rodeaba, expresando de viva voz las locuciones de ánimo, buscándole el sonido a los herrajes de timbales, platos y soportes varios.

El resto no es manco, siendo el teclista el elemento más desenvuelto. En compañía del contrabajista, armazón habitual de estos temas nujazzeros, consiguieron evocadoras imágenes en temas como “Bill Hickman At Home”. El tema inspirado en el actor que elevó a categoría de arte las persecuciones de coches en la película French Connection nos traslada a Nueva Orleans, al cine negro, a la oscuridad cerrada del momento horario.

Todo tomado de manera libre, claro. Sondeando, inventando y creando en directo más de una aportación al pasaje sonoro. Curiosamente, varias secciones nos recordaban, por su progresión de acordes y transiciones, a las también aperturistas obras de Radiohead. Banda a la que homenajean (“Karma Police”) en sus discos que no en sus conciertos actuales.

Era fácil imaginar a Thom Yorke canturreando por encima de varios minutos de lo allí escuchado en el capítulo inicial. Pero no. La voz iba a ser comandada por Wendy James. La de Minnesota, con unas pintas a medio camino entre Susan Sontag e Isabel Coixet e hija legítima de la vanguardia norteamericana, centró la atención en el largo minutaje que rescataba las versiones que el trío norteamericano realiza de obras del pop-rock más inconmensurable.

Aquí el análisis puede ir por barrios: Los más puristas – y los estudiantes de Musikene- alucinaron con las reinterpretaciones repletas de aires experimentadores y extractos bastante pegados a los originales. Otros opinaron que la lista, de gusto intachable, no siempre es motivo suficiente para salir airoso de la deconstrucción  creativa. Las encantadoras pero férreas melodías están demasiado asentadas en nuestra cabeza, tienen mucha historia personal y sentimental como para ir desmontándolas alegremente y que el resultado nos sorprenda más allá del recuerdo.

Intentando buscar ese imposible punto medio entre jazzeros y ajenos, entre lo Bad y el Plus, destacaremos “How deep is your love?” de los Bee Gees, el “New Ýear´s Day” de U2 o el latinizado “Long Distance Rounaround” de Yes. Más cuestionable se presentó el análisis del “Radio Cure” de Wilco o el clásico “Blue Velvet”. Fuera de toda duda se aupó “Heart of Gold” de Neil Young. Tema que nos descubrió el bello timbre de Reid Anderson, hasta entonces solo escuchado en el casi perfecto castellano con el que se dirigió al público durante toda la velada.

Publicado enCríticas de conciertos

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