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Nach: A pelo

Interpretes: 100% Gourmet, Nach. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Día: 31-01-09. Asistencia: lleno, 700 personas.

En los 70 fue el punk. En los 90, apurando un poquito, fue la música electrónica. En el arranque de siglo el hip hop es la música del sentir juvenil más inconformista.

Los estilos nombrados tienen más de una temática común (rebeldía, lucha contra lo establecido) y comparten una característica básica para convertir a chavales en creadores: No hace falta saber música para expresarte.

Rabia, voz y un pequeño bucle musical de fondo bastan para subirse a un escenario y quejarte al mundo. Por eso el Hip hop tuvo en Compton (Los Angeles) su Graceland particular.

Los que ya no podemos optar a descuentos juveniles en entidades de crédito o gobiernos varios seguimos sorprendiéndonos de que en Donostia, nuestra bella postal veraniega, el hip hop cuente con tanto tirón no ya juvenil, sino casi infantil.

Niños en torno a los 10 años acudieron a la cita del pasado sábado bien asidos a sus padres. El resto de los asistentes no superaba los 25. Franja de edad en la que incluiremos a los miembros del populoso colectivo donostiarra 100% Gourmet, encargados de calentar el ambiente.

2 DJs y hasta 6 cantantes pasaron el escenario de Egía defendiendo ese hip hop insubordinado pero alejado de los egos iniciales de “chicas, coches y pasta”. La nueva cocina donostiarra hiphopera demuestra buenas maneras y no se cierra a bellas colaboraciones como la de la cantante Natalia, que giró el estilo hacia mundos más r´n´b.

Acabaron su actuación regalando el disco que acaban de editar. Los asistentes, miembros también de la generación “download”, les respondieron con la misma moneda. A estas horas varios extractos de su actuación estarán disponibles en los canales de vídeo de internet, y los comentarios sobre el acto volarán por las redes sociales tipo Tuenti.

Las cámaras agotaron sus baterías en la actuación de Nach. Acompañado de ZPU y Abram, encargados de rimar en solitario en la primera parte, el madrileño fue un auténtico torbellino de aire fresco en una sala al que le faltaba pureza por muchos flancos ambientales.

Su cantar no dejó títere con cabeza, y defendió la personalidad frente al borreguismo, la lucha frente a la comodidad y la calle como escuela de enseñanza, atacando aspectos políticos con desobediencia y apoyando la esperanza frente a la crisis. ¿Las letras? Mejor si te las traes aprendidas desde casa, porque es fácil despistarse entre el torbellino de fraseos.

Hablando de tempestades, menudos pulmones maneja el inspirador de la campaña publicitaria juvenil de “Solo Kon Kondon”. Porque en lo vocal el autor demuestra que a pelo se basta y se sobra para dar placer auditivo. Como mandan los cánones del hip hop.

Publicado enCríticas de conciertos

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