Siempre es desconcertante hablar con los miembros de la banda pamplonesa El Columpio Asesino. A veces parece que vienen, otras que van, como si en Estafeta hubiera una delegación gallega y ellos fueran sus miembros más alocados.
Los mismos que hace unos meses respondían en una entrevista que “seguían trabajando en una fábrica” afirman ahora que viven de la música. Palabras que en el fondo no deben apartar la atención de la importancia que la banda ofrece a sus canciones.
Además, no sé de qué nos extrañamos. Su música ha sido siempre igual de ecléctica y libertina, dificultando sobremanera el trabajo promocional de los plumillas etiquetadores.
Los intentos de esconder su arte personal en el eclecticísmo siempre han sido respondidos por los navarros con llaneza y sinceridad: “A veces nos tratan como a un grupo de culto pero, en realidad, somos más de pueblo que las alcachofas”.
Por eso, por la falta de presiones, los hermanos Arizaleta siempre han hecho lo que les ha venido en gana. Ahora, por motivos emigrantes de algunos de los miembros de la banda, se han quedado solos para la elaboración de su último trabajo, “La Gallina”.
Un trabajo construído en casa y pulido en el donostiarra estudio De Lucas que nos ofrece a los columpios más reflexivos. Aspecto que sabemos no afectará al concierto especial que mañana ofrecerán en el Festival Donostikluba. Su energía en directo está fuera de toda relajación.
Para esta “gallina” os quedasteis solos. ¿Será esta fórmula habitual en el futuro?
No fue una decisión que hubiéramos tomado previamente, las circunstancias así lo determinaron. La gallina la compusimos mi hermano Raúl y yo en casa para, a continuación, pasar directamente al estudio de Iñaki de Lucas a hacer la producción. Esta vez nos saltamos ese paso intermedio del local de ensayo, las canciones pedían ser grabadas ya estando en casa, era el momento. Nadie sabe que ocurrirá en el futuro.
¿Se os ha pegado algo de los grupos poperos que graban en su estudio, tipo La Buena Vida ? Vuestra canción “cenizas” puede indicar que sí.
Hombre, somos bastante más chungos que ellos. Nosotros comemos de menú, cuando comemos, y ellos se guían por las estrellas Michelín.
¿Qué tal van las presentaciones del disco?
Muy bien, estamos tocando mucho y la gente está respondiendo muy bien. Como decía aquél, “EL Columpio Asesino va bien”.
¿Cómo veis en vuestro caso todo el tema de las descargas de internet?
Así son las cosas, ahora te puede conocer más gente y los sellos quieren parte del dinero que genera el directo. El negocio cambia, como todo, y hay que asumirlo.
¿Cuál es el principal secreto para que una banda como la vuestra siga manteniendo la emoción propia y el atractivo para el público?
No sé, cuando la cosa funciona son muchas las cosas que son causa de ello y no me atrevería a decantarme por ninguna en concreto. Pero bueno, si hubiera que elegir la más determinante me quedaría con el azar.
¿Ese trabajo de estudio ha dado como resultado un disco más reflexivo, más melancólico, más vaporoso y hasta pausado?
Sí, de hecho este disco no ha pasado por el local de ensayo y se nota, pero en directo se endurece la propuesta.
Ni lo dudamos. Las letras siguen teniendo un poso o una imaginería católica y penitente.
El lenguaje bíblico me pone. Es algo que todos hemos mamado desde niños con cierta mezcla de temor, respeto y rechazo. Es muy plástico y visual, permite imágenes poderosísimas y rozar el límite de lo adecuado de una manera muy tentadora.
Las palabras siguen siendo crípticas, y basadas en bucles de frases que se repiten. ¿Seguidores de Spacemen 3 y los Jesús, que se intuyen en más de una canción?
Creo que en este disco hay menos repetición que antes en los textos e imágenes más elaboradas. En cuanto a la influencia de las bandas que mencionas, bien pudiera ser a nivel musical, pero no más porque de inglés no tengo ni idea.
Supongo que esas letras elevarán indeciblemente los ánimos de vuestros seguidores mexicanos. Habéis calado al menos un poquito allí.
Sí tocar en México es muy intenso, viven la música de una manera muy especial y eso es algo que se nota desde el escenario haciendo que des lo mejor de ti. Esperamos poder ir a México a principios del año que viene y a Portugal es muy posible que vayamos también.
Hasta ibais a tocar en China. ¿Que pasó para que al final no actuarais?
El gobierno dijo NO. Cancelaron todas las actividades que pudieran tener cierta repercusión internacional por temor a posibles protestas contra los Juegos Olímpicos. El festival al que íbamos fue una de las muchas cancelaciones de actividades que hubo por ello.
¿Qué formación lleváis en directo en esta gira?
Batería, percusiones, bajo, dos guitarras, dos teclados, un sampler, una trompeta y voces. Cinco chicos, una chica y Lucas a los mandos de la nave.
¿Qué habéis preparado para el concierto donostiarra?
Hemos construido un repertorio especial con canciones de los tres discos en el que no falta de nada. Además traemos un músico más con percusiones adicionales que hará de este concierto algo muy… percusivo.
¿Cuáles son vuestros planes futuros más inmediatos?
En enero de 2009 hará diez años que mi hermano y yo refundamos la banda y que entramos en relaciones con Iñaki de Lucas. Con motivo de este nuestro décimo aniversario estamos preparando un concierto muy especial en Pamplona.
A modo de aperitivo queremos editar en noviembre de este año un Ep en vinilo con unas canciones de “La Gallina” interpretadas por unos colaboradores de lujo: Loquillo ha tenido a bien reinterpretar “Yo soy tu Hombre”; David Kain ha remezclado “La marca en nuestra frente es la de Caín”; y Pascual Reyes, vocalista de los mexicanos San Pascualito Rey, ha cantado para nosotros “El destacamento”.
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