Saltar al contenido

Lori Meyers : Bendita juventud

Intérpretes: Antonio López “Noni” (voz y guitarra), Julián Méndez (bajo, teclado), Alejandro Méndez (guitarra), Alfredo Núñez (batería), Sergio Martín (guitarra, bajo), Antonio Lomas (percusiones), Miguel (teclados). Lugar: Sala Rock Star (Donostia). Día: 24 mayo 2008. Asistencia: 150/200 personas.

Dos años después de su visita a nuestra ciudad, los granadinos Lori Meyers repetían cita en el desierto ocioso de Illunbe para presentar “Cronolanea”, su particular línea del tiempo.

Un devenir que ha traído 3 discos y que ha hecho que los cuatro gatos que les vimos hace 24 meses puedan ahora considerarse una camada en la que se incluye nuestro futbolista más indie, Mikel Alonso, presente en la velada y fiel seguidor de todos estos sonidos alternativos pop-rockeros.

Tras una presentación de sonidos espaciales apareció sobre el escenario la populosa banda que por momentos hizo rugir hasta 3 guitarras. La primera parte de la actuación tuvo mucho que ver con el cierre, y ambas ofrecieron un grupo de rasgados rockeros con gran anclaje en el pasado patrio sesentero y setentero sicodélico. No es casualidad que en sus álbumes o conciertos hayan realizado visitas a canciones de Los Ángeles, Los Salvajes o al impepinable “la Caza” de Juan y Junior.

En ese tramo del concierto uno escuchaba muchas canciones fácilmente radiables. Claro que estos chavales no se fijan en las sintéticas producciones de nuestras radiofórmulas actuales: échenle un oído superficial a cualquier CD de O.T. y sabrán de lo que les hablo. ¿En esos discos trabajan músicos o todo es un corta-pega de otras obras?

Afortunadamente, los Meyers son más humanos. Se dejan influenciar por vinilos de elevado gramaje a los que el paso del tiempo añade pequeños saltos en la lectura. Una pequeña gran diferencia de estilo y posibilidades de éxito. Por lo demás (letras, canciones de impacto y empaques) no vemos ningún problema para alcanzar el estrellato.

La zona central de la noche nos llevó hacia otros mundos norteamericanos. Injusto sería no recoger los juegos melódicos a tres voces que la formación realizó durante casi todo el evento, recordando a Los Byrds o a los Beach Boys. Y sobre todos ellos, los escoceses Teenage Fanclub, la revisión actual más relevante de aquellos sonidos post hippies.

Afortunadamente, lo que en CD es casi flagrante sobre el escenario es mucho más sutil y rabioso. Con dichos gustos engullidos por una presencia escénica enérgica y contagiosa capitaneada por el estiloso cantante, los andaluces podrían ser una suerte de Fanclubs con la adrenalina de un salto de puenting, la pegada escénica de Deluxe y las rabias juveniles de los Who. Y todo ello, tras 90 minutos de concierto sin apenas frenazos y con mucha diversión, es algo tan envidiable como gozoso.

Publicado en El Diario Vasco
Publicado enCríticas de conciertos

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *