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Donostikluba: Un comienzo impecable

Intérpretes: “.”, Tulsa, Deluxe, Teenage Fanclub DJ. Lugar: Sala Gasteszena (Donostia). Día: 29 Septiembre 2007. Asistencia: 550 personas

Atravieso el pasillo que lleva a los baños de la sala Gazteszena. Me dispongo a hacer mis necesidades cuando un chico empieza a hablarme en catalán. Tras charlar con él le ponemos cara a uno de los rumores del recién inaugurado festival Donostikluba, ese que decía que “hay un valenciano que viene expresamente a ver a una de las bandas del Festival”.

Ese chaval se llama Joaquín (disculpen si no recuerdo el apellido) y su amor por Deluxe, la formación que el sábado llevaba la etiqueta de cabeza de cartel, le hizo atravesar media península en un autobús. Ahí, en esos detalles, en esa paliza de carretera, en ese amor por la música, es donde se ve que la propuesta que defiende Donostikluba es un éxito.

Proponer una fiesta en Donostia de carácter “indie pop” puede sonar a aventura arriesgada. Pero las más de 500 personas que el pasado sábado se dieron cita en la sala del barrio de Egía indica que el valenciano Joaquín, y el resto de asistentes, siguen desplazándose alegres para ver a sus grupos favoritos o disfrutar con estilos melódicos joviales y contagiosos.

La noche empezó local, con el donostiarra “.” ofreciendo sus melodías irrepetibles. Sus composiciones no se graban y tan sólo se suelen tocar una vez en directo. Giorgio Bassmatti, la persona detrás de este proyecto cantado en euskera, hizo un guiño a sus amores norteños defendiendo las bondades de Belle and Sebastian y los Smiths, tocando (con un viejo teclado de comunión) una versión de esos Teenage Fanclub que iban a cerrar con una sesión DJ el sábado Donostiklubero. El público, algo inaudito por estos lares cuando hablamos de artistas locales, permaneció en silencio durante toda su actuación y se mostró especialmente emocionado en el último tema.

La noche siguió guipuzcoana con la aparición de Miren Iza, vocalista y compositora del grupo Tulsa. Recientemente nominados a los Grammys Latinos y los Premios MTV, el dulce y meloso cantar de la hondarribitarra se acompaña de ritmos norteamericanos guitarreros. Tonos que la orfebrería periodística musical definió en su día como “americana”. Con un toque alejado de los purismos y acertadamente cercano al pop radiable, Miren y su banda agradaron en su estreno donostiarra.

Con Deluxe llegó la fiesta. La banda de la noche no defraudó a sus seguidores. El directo que el gallego Xoel Lopez lleva en estos momentos es una máquina muy bien engrasada, potente y casi perfecta. Con una pequeña pero impactante sección de viento, la actuación defendió el pop de Morrissey y lo decoró con gotitas de soul y rock potente.

Su mejor virtud es en ocasiones su pequeño defecto: el jugar todo el rato en la cresta del impacto, construyendo infinidad de singles y estribillos coreables sin apenas momentos tranquilos, puede llegar a resultar algo cansino. Pero los seguidores botaron, saltaron y aplaudieron cada vez que se lo pidió el artista.

La noche la cerraban Norman Blake y Francis Macdonald poniendo discos. Ocupación novedosa para quienes han construido melodías preciosas con su banda Teenage Fanclub. La pareja convirtió la sala de Gazteszena en un gran salón de casa donde los temas sonaban hasta el final y los amigos del pop vibraban con los sonidos de Camera Obscura, Stereolab, Pavement, The Pastels y la Velvet Underground de Lou Reed. La lista de tonos fue abriéndose hacia el pop electrónico, el soul y el hip hop, cerrando una noche de pop impecable.

Publicado en El Diario Vasco
Publicado enCríticas de conciertos

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