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Fon Román : Jardín vacío

Formaciones: Fon Román, Zenttric
Lugar: Central Park Heineken
Día: 24 Noviembre 2006
Asistencia: unas 50 personas

Desértica entrada la registrada la noche del pasado viernes en el Central Park Heineken donostiarra, con motivo de la visita a nuestra ciudad de Fon Román.

El antiguo guitarrista de Los Piratas venía a presentar su primer CD en solitario, “Silencio cómodo en un jardín descuidado”, y se encontró con 30 espectadores en el vergel hostelero.

Abrió la noche la formación Zenttric. Un cuarteto de Bilbao que manejaba pintas elegantes, tanto textiles como sonoras. Muy asentados en el rock británico actual, con especial adoración por bandas como Franz Ferdinand o Bloc Party (y no lo digo sólo por la tez del vocalista) y la música independiente patria más enérgica y melódica, su media hora larga de actuación fue gozosa a rabiar.

Si en nuestro país hubiera un semanario como el New Musical Express, ellos serían su hype de portada. A nada que el cantante deje de ver el micrófono como un enemigo y se asiente a la hora de cantar, su música debería darles mayores cotes de popularidad.

Una fama que se le intuía a Fon Román. Tras muchos años guitarreando en la banda viguesa Los Piratas y con un disco no excesivamente rompedor respecto a sus anteriores pasos creativos, cualquiera hubiera apostado que Fon metía un par de centenares de humanos en su fecha donostiarra.

Poco se notó la baja asistencia en las maneras musicales que Fon y los suyos ofertaron desde el escenario. Su actuación comenzó como el disco, con la canción “El idiota” y Román jugando en la parte final del tema con unos pedales que solapaban las voces. Con un activo guitarrista de apoyo, un correcto batería y un bajista que parecía una estatua de sal, el ahora cantante vigués fue desgranando su jardín melódico.

Una zona verde donde se pueden intuir influencias cantoras de Ivan Ferreiro (aunque en este caso más comedidas, con la vena del cuello relajada), rabietas guitarreras a lo Coldplay y muchas ganas de probar cosas nuevas en el pop.

Especialmente acertadas, por curiosas, fueron la interpretación con un piano de comunión del tema “Corazón de juguete” y la ejecución de una canción a dos guitarras en la que volvió a ponerse en marcha el aparato de superponer las melodías.

Con un recuerdo a su anterior banda se acababa un bonito concierto que, vista la calidad de las canciones y los ejecutantes, se merecía una respuesta de público más amplia.

Publicado enCríticas de conciertos

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