Saltar al contenido

La Excepción : Rap bendito

Interpretes: La Excepción, Distrito Norte
Lugar: Sala Rock Star (Donostia)
Día: 25 Noviembre 2006
Asistencia: Unas 250 personas.

Doblete hiphopero en la Rock Star de Illunbe, con los cachorros donostiarras de Distrito Norte haciendo de teloneros de los madrileños La Excepción. Formación que recientemente ha ganado (por votación popular, ahí es nada) el premio a la mejor banda española en el MTV Music Award celebrado en Copenhague.

Dicen que el rap moderno nació en los barrios más desfavorecidos de las grandes urbes norteamericanas. De ahí su necesidad de destacar (aunque sea a balazos) y su obsesión por todo tipo de lujos y excesos: chicas, coches, “bad boys”, joyas, peleas. Claro que, a la hora de trasladar esos pensamientos a Donostia, una de las capitales con menos violencia urbana, la cosa queda un poco tópica e irreal.

No nos referimos tan sólo al trío de voces altzatarras que componen la formación Distrito Norte, encargados de quitarle el polvo al escenario de la Rock Star. Silva, Rolex y Uzi Rodriguez siguen el camino del hip-hop más crudo y machote, un estilo con gran calado entre los parlanchines peninsulares. Los donostiarras lo hicieron bien, pero tienen una carrera difícil.

Porque Donostia no es Philadelphia, y a nuestros oídos le suena más cercana la vida en Pan Bendito, el distrito en el que vive La Excepción: Con reuniones en los bancos del polideportivo, donde todos somos “primos” y “familia”, con un lenguaje callejero en el que abundan los términos “chacho” y “compadre”. Cantándole a la gente que iba contigo al colegio o al equipo de tu barrio. Jugando con el humor de forma directa y denunciante y desdramatizando las situaciones personales.

El Langui, uno de los raperos, tiene una minusvalía desde que nació. Pero nada de taparse las diferencias. Lo mejor, cantar en varias canciones su forma de ver el mundo, sus complicaciones y el sano cachondeo que seguro reina en las conversaciones callejeras, como bien quedó demostrado en las charlas que se pegaba con uno de los chicos del coro.

Gitano Antón, el otro parlanchín de La Excepción, es un torbellino sobre el escenario. Se gana al público desde la primera oración, y su animosidad es muy contagiosa. En ocasiones sus fraseos se pierden en velocidad y dicción, debido a las particularidades idiomáticas de su zona.

El tercer integrante de la banda, La Dako Style, pone en fondo sonoro. Con mucha base negra, pero sin olvidar las raíces del flamenco o el cachondo tema soul-funk que sirve para presentar a los integrantes de la gira. Y al acabar el concierto, tras una hora larga de potente actuación, nada de recluirse en el camerino a adorar el televisivo premio. Los “chachos” bajan al lateral del escenario a firmar discos y charlar con los asistentes. Como debe ser.

Publicado enCríticas de conciertos

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *