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Sergio Algora: “A los hombres de buena voluntad”

Sergio Algora aterriza en Donostia el próximo jueves, y por primera vez en su vida (que yo recuerde) lo hace sin furgoneta, amplificadores ni pies de micro.

El cantante de bandas como El Niño Gusano o La Costa Brava viene al FNAC del mercado de San Martin a presentar “A los hombres de buena voluntad”, la primera de sus incursiones en la narrativa.

Decimos su primera incursión novelesca porque Algora ya dio al mundo libros de poesía (“Paulus e Irene”, “Otro Rey, misma reina”, “Cielo ha muerto”, “Los versos dictados”) y hasta una obra de teatro (“La lengua del bosque”). Por no hablar de las ingeniosas letras creadas para los 12 discos editados con las distintas formaciones de las que ha formado parte.

La hiperactividad de Sergio Algora no para de crecer. Uno no sabe lo que pondrá este hombre en su tarjeta de visita, con tantas artes practicadas.”Me falta equilibrista, cocinero y copiloto. Sólo ocurre lo que tiene que ocurrir y lo que no sucede acabará sucediendo”, afirma Algora en una de sus escuetas pero agudas respuestas a nuestra batería de preguntas.

Parece que nuestro entrevistado, tras la soltura y vivacidad mostrada en sus últimos textos, ha preferido concentrar su agudeza en el viaje entre su correo y el nuestro en lugar de explayarse sobre ese libro con título de aires católicos y realmente dedicado a “a la gente que asesina, que es incestuosa por amor y sobre todo a la gente que pierde”. ¿Truculento? Aún no han leído nada…

La obra en cuestión, “A los hombres de Buena Voluntad” (Editorial Xordica), es una entrega de 160 páginas compuesta por distintos relatos que se lee en un santiamén. El amor, las relaciones extremas entre seres humanos y las uniones mal vistas pueden ser las pequeñas guías de estos 19 cuentos breves.

Lo onírico siempre ha formado parte importante de las creaciones de este zaragozano de 37 años, aunque ahora aquellos rebrotes juveniles se queden en el enfoque de los cuentos y pequeños detalles de ingenio: “Toda la ciudad, incluso los más reticentes al principio (la resistencia francesa en la ciudad, el centro de la ciudad, su familia en la ciudad y los trenes parados en la estación de la ciudad) esperaban oírles su declaración de amor”, narra el autor en el cuento urbano “Tú ya sabes y nosotros también”.

A veces, hasta parece aquella llamarada inicial que nos hablaba de hombres bombilla se va apagando. Quien sabe si por la edad, por el refinamiento de las formas o de manera voluntaria.”No hay voluntariedad en otra cosa que no sea seguir vivo“.

Lo urbano marca la escritura de “A los hombres de buena voluntad”. Sin ser uno un guía turístico zaragozano conoce algunas de las calles nombradas, aunque ahora las mismas formen parte de historias imposibles. Una influencia del pavimento se mantiene en las temáticas del libro, preferentemente ciudadanas. “Es el problema del peso autobiográfico de algunos cuentos”.

Una vida que se dibuja por boca de sus protagonistas. “Montse odia el cine, la literatura fantástica, la ciencia ficción, el doble sentido y las vueltas de tuerca que le llevan a lugares inesperados le parecen una falta de capacidad artística”. Sergio Algora lifta la pelota cuando se le pregunta si eso se refiere a los tantos y tantos aburridos del mundo o es poner las ideas que justamente él defiende, pero de forma inversa. “En realidad Montse es una novia que tuve, pero le encantaba la sodomía”.

Lo primero que sorprende a quienes le sigan desde hace tiempo es la oscuridad de algunos de los relatos prensados. No en la redacción de los mismos, pero sí en los ambientes o las ideas sombrías y ocultas presentadas en ellos. ”Bueno, pues esto no ha hecho más que comenzar”.

En su estreno narrativo los personajes se presentan algo violentos, emocionados hasta la extenuación. Ahí están para demostrarlo los protagonistas de “Os vamos a dar optimismo” o “Por qué tenemos que comprender”. ¿Qué le puede atraer al autor de estas historias negras? “Mis padres se parten de risa”.

El autor actualiza la imagen que tenemos de él. “No son relatos pop, soy una persona apasionada y de hecho casi todo lo que cuento está muy cerca de mi vida actual. No estoy todo el día viviendo en la era pop,” afirma Algora en un guiño flechazo. “Creo que la parte oscura también es dulce y sabrosa y que es necesario reinventarla”.

Como reinventa Algora las relaciones entre parejas diferentes, apartadas, descarnadas. El amor en positivo o negativo es su principal impulso escritor. “El amor sólo funciona en ausencia de los demás, incluso sin los amantes. El amor está por encima de las personas, es devorar. Como dijo Pessoa: No se come uno un bollo sin perderlo”.

Han pasado ya tres años desde que el autor comenzara a recopilar los relatos de “A los hombres de buena voluntad”. Justo después de esa operación de corazón (o “cuore”, como lo llama Algora) a la que fue sometido y que si es tan sólo la mitad de importante que la descripción hecha en el cuento “El hombre de la maternidad” es como para preocuparse seriamente.

Pero sus proyectos siguen adelante. Las próximas entregas escritas están cerca en el tiempo. “Los próximos libros que editaré son un segundo volumen de relatos y una novela”. En lo musical, no conseguimos sonsacarle nada de su grupo actual (La Costa Brava) y su ausencia en festivales estivales. “No nos gustan los festivales. Nos gusta el verano y nuestras novias dormidas en la playa”.

A fin de cuentas, el aragonés es un creador que defiende las causas perdidas. Los CDs cada vez se venden menos, los lectores no paran de menguar… “Somos un cruce entre trileros y saltimbanquis. Eso lo dijo un día un retrasado mental para insultarme y es lo mejor que me han dicho en la vida”.

Publicado enEntrevistas

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