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Mes: agosto 2004

Final Concurso Pop-Rock Ciudad de San Sebastián: Y el ganador es…

¿Hubo ayer jarana en casa de sus vecinos?¿Acaso escuchó, desde la tranquilidad de su salón, múltiples descorches de bebidas? No, Fernando Alonso no estaba celebrando la vuelta rápida conseguida en los autos de choque del Paseo Nuevo. Pero es más que probable que entre sus compañeros de portal se encuentren personas cercanas a Dunkelheit, el grupo donostiarra que se alzó con el triunfo en la gran final del XIII Concurso Pop-Rock Ciudad de San Sebastián, celebrada la noche del pasado domingo en el escenario de Reyes Católicos.

Su premio, jugoso para las bandas noveles sin contrato discográfico que se presentan a este evento, es la grabación de un CD y 500 copias promocionales del mismo. Las otras dos formaciones finalistas no se fueron con las manos vacías. Los chicos y chicas de Black Diamond se agenciaron los 1500 euros del segundo premio, dejando los suculentos 900 de la parte baja del cajón para Saioa.

El evento agradeció el traslado del escenario del Paseo Nuevo, lugar que acogió las últimas ediciones, al recogido tablado del Reyes Católicos situado entre el edificio de Correos y el Koldo Mitxelena. Un espacio que durante el resto de la semana presentará cálidos ritmos latinos.

Una de las más agradecidas por el cambio de emplazamiento fue la solitaria propuesta de Saioa. Nacida en Legorreta pero criada musicalmente bajo patrones norteamericanos de emotividad intachable (Jeff Buckley, Elliott Smith), la compositora guipuzcoana apareció en escena con una guitarra como única compañía y un aplomo impropio si tenemos en cuenta que era su segundo concierto. La voz no le tembló a la hora de exponer su delicado balance emocional con letras en inglés.

También en inglés, y con el plus de energía que caracteriza a un sexteto que practica el hard-rock, se presentaron Black Diamond. Capitaneadas por dos vivarachas mozas a los micros, su concierto fue de menos a más, con una contundente traca final repleta de fósforo melódico.

Porque para chispas, las que echaban sobre el escenario los diamantes negros afincados en Astigarraga, con su potente mezcla de los sonidos que bandas como Kiss y MC5 popularizaron hace años. 1500 buenas razones, circulares y acuñadas con motivos europeos, pueblan la cuenta común del grupo tras el segundo puesto obtenido.

Tras ellos salieron los que a la postre iban a resultar vencedores de esta supersticiosa edición del Pop-Rock donostiarra. Vestidos con caretas y acompañados por cadavéricos actores, quien sabe si buscando exorcizar cualquier superchería que pudiera contener la edición número 13 del concurso maquetero guipuzcoano, el grupo Dunkelheit desplegó toda su artillería visual y armónica en la actuación que cerraba la cita del domingo noche.

El cantante de esta populosa banda, pequeño animal escénico, sabe atraer la atención del respetable mientras el resto de la formación navega por esas tonadas oscuras, sensibles y repletas de sintetizadores que bandas como Joy Division, The Cure, OMD, Ultravox o Bauhaus popularizaron hace dos décadas.

Pop gótico lo llamaban entonces, y hacía tiempo que no lo veíamos reivindicar con tan buenas maneras en nuestro subsuelo musical. Dunkelheit pronto abandonará, gracias al premio obtenido, ese estado iniciático para formar parte de los grupos con discografía. Esperamos que sea el primer paso de una carrera de fondo.

Discos de los finalistas del Concurso Pop Rock Ciudad de San Sebastián 2004

Saioa
“S/T”

El rock americano se sumerge para ascender en el Oria, a la altura de Legorreta. Entre sus 1370 habitantes está Saioa, una enamorada del rock pausado y sentimental de gente como Jeff Buckley o Elliot Smith. La voz femenina nos hace tirar más hacia unas Throwing Muses o, mirando a hijos europeos, unos Bettie Serveert de gira de pubs. Con la sola compañía de una guitarra y una voz personal y fresca, despacha seis canciones con algún aire blues y gran cercanía emocional. Todo en inglés, claro.

Dunkelheit
“Idem”

Llegan las hordas germánicas. Los ochentas más oscuros, aquellos que lloraron la muerte de Ian Curtis (Joy Division) y vibraron con Bauhaus y el resto de perlas negras pop-rockeras, influyen sobremanera en las composiciones de este populoso grupo donostiarra. Con guiños electrónicos, sus tres canciones van subiendo en intensidad sin abandonar las melodías graves y afectadas, dejando para el final “She”, la más preciosista de todas ellas.

Black Diamond.
“Long cool and wild”.

Desparpajo hard-rock (Gene Simmons y sus Kiss sobrevuelan los minutos melódicos de esta maqueta), con filas de rimmel bajo los párpados. Capitaneada por dos desvergonzadas damiselas al micro, la banda guipuzcoana de carbónico nombre presenta una colección de melodías salvajes y directas, todas bien pulidas por el efectivo Jorge Reboredo. “Suzie and Jack” o la posterior “Feel the same” concentran los mayores aciertos (que no los únicos) de esta tarjeta de presentación.