Saltar al contenido

Manta Ray en la Sala Gazteszena

Pasito a pasito, de manera escalonada pero imparable, algunos grupos del panorama rockero alternativo de nuestra península comienzan a tener mayor aceptación popular. Manta Ray, los asturianos que el pasado miércoles pasearon sus canciones por el Gazteszena donostiarra, son uno de esos grupos que consiguen colar su personal propuesta en círculos cada día más amplios.

Traían consigo “Estratexa”, su octavo disco teniendo en cuenta colaboraciones y trabajos compartidos. Un trabajo que tantas glorias ha recibido en las revistas modernetas y de tendencias este año. Siempre fue un grupo con tirón entre el sector más inquieto. Pero sorprende que en mitad de la semana casi 400 personas se reunan para ver a un grupo de sonoridad, cuando menos, poco habitual.

Con un comienzo impactante y ferreo los asturianos empezaron sumando puntos. Es en esos momentos contundentes y de rítmica imparable donde la experimentación siempre presente en sus temas se muestra más acertada y aplaudible. Añadiendo a la fórmula una voz que ahora prefiere sonar profunda y entonada como el viejo zorro del desierto Jim Morrison.

Pero claro, de tanto experimentar a veces se divaga. Y de eso también hubo algo, poco, en este concierto. Lo peor que le puede pasar a un músico es que la gente no entienda sus virtuosismos, que no les vea excesivo sentido ni mensaje. Y en aquellos momentos trompeteros de la noche, en esos 20 minutos dispersos, la barra estuvo más poblada que nunca.

Menos mal que recuperaron rápidamente el norte y prosiguieron con sus aciertos, que tienen muchos en su carrera. De ahí al final de los 90 minutos que duró el concierto todo fue un crescendo de afilada tensión, sondeos rockeros de profundidad estilística, momentos dulces y emotivos y mucha sensatez creativa.

Hemos crecido con ellos, desde los EPs y los conciertos en pequeñas tascas, y por eso nos permitimos criticar un poco sus desaciertos. Pero no nos den a elegir entre este cuarteto asturiano y cualquier producto prefabricado radiofónico. ¿Acaso prefiere usted un menú rápido a una trabajada comida elaborada con imaginación y personalidad?.

Publicado enCríticas de conciertos

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *