Pura «pespicacia»

El empresario Fernando Moreno Espada, secuestrado el pasado miércoles y cuyo cadáver fue hallado el jueves a mediodía en una caseta de aguas a las afueras de Marbella, no falleció por causas naturales como pensaron los investigadores en un principio al no presentar el cuerpo signos externos de violencia.

La autopsia, iniciada ayer sobre las nueve de la mañana y finalizada sobre las cuatro de la tarde, ha revelado que Moreno, de 76 años, falleció por asfixia por la mordaza que le pusieron sus captores, según fuentes de la investigación.

Al retirar la capucha, los policías que hallaron el cadáver vieron que Moreno estaba amordazado con cinta aislante y que tenía en la boca un trozo de trapo. Además, en la cara tenía algunas gotas de sangre.

Vía | El País