Dos apuntes sobre la homosexualidad

Tranquilos, que tengo muchos amigos gays y me caen muy bien. Pero pensando pensando me fijé en un par de cosas.

Hace unos días, charlando con un creador sobre lo divino y lo humano, me dijo «Ya, yo no sé qué tengo, pero mi música cala mucho entre gays y lesbianas».  Y me resultó curioso, porque su música no es tampoco radioformulera, como si tuvieran un oído más fino o un gusto más propenso a los riesgos o divergencias. Y miré a mi alrededor y ví que así era. Conozco fans de Anari o Mursego, por mencionar un par de cosas «raras», del mismo Cadiz. Que me dirás tú que la Euskal Etxea de allí es un lobby o tiene más plantas que el Corte Inglés.

Y recordé otro apunte, el de Zallo sobre Kukutza, que decía…

El Ayuntamiento no ha sabido entender que Kukutza es un vivero de creatividad a potenciar, y parte de eso que Richard Florida llama clase creativa como pilar de tres Ts: tecnología, talento y tolerancia. La tecnología se refiere a la innovación; el talento a las personas en ocupaciones creativas, ya sean ingenieros, artistas o científicos; la tolerancia, medida a través de un índice de presencia en un barrio o ciudad, de bohemios, culturas, gays, contracultura etc, Todo ello configuraría un ecosistema que atrae al talento y potencia la creatividad. Con todas la limitaciones de ese modelo, y son muchas, rescata un concepto de cultura que va más allá de las expresiones clásicas en las que algunas autoridades están ancladas en clave elitista, para abrirse a nuevas expresiones creativas nacidas de mix y de encuentro social, especialmente útiles para nosotros los vascos, en trance de identidad en construcción, integradora de herencia y cambio.

Al principio recuerdo que me chocó la mención. No le veía la razón de ser. Luego la releí y vi que era cierto. Y que estaba de acuerdo. Me acuerdo de Chueca, de lo que era y lo que es. Y echaba en falta en Donostia su mano para regenerar un barrio, que aquí todos los que nacen son elitistas desde el primer ladrillo (Riberas). Y eso…