El Inquilino Comunista: Kool Thing

Donostia tuvo la suerte de acoger uno de los dos conciertos cercanos (respecto a Getxo, y en lo referente a los espacios escénicos) que El Inquilino Comunista ha dado sin visos aparentes de continuar. Así, los numerosos asistentes del Bukowski pasaron del partido del siglo (ja, ¿qué? Si no detallo cual es, no lo sabéis, ¿eh?) y se reunieron para disfrutar de las melodías de los vizcaínos, tan 90´s… pero muy vigentes.

Así lo decía un joven asistente. “No los controlo, pero hay que ver qué bien han envejecido estas canciones”. Bien es cierto que hay que poner un poco de nostalgia personal para que la fórmula se dispare. No solo para evitar pensar que estas en el Zulo de Lasarte veinte años después, sino para otorgar cierta actualidad a unas canciones que ya tienen un sentido y un significado muy fuerte en nuestra biografía.

Así, con un paseo más largo en nuestra vida, y tantos grupos que se colaron entre nuestro amor juvenil y nosotros, las hebras florecen ahora más claras. Bueno, que nunca fueron subterráneas, coño. Pero la zona melódica de Sonic Youth y aledaños fue la más defendida en su cita donostiarra. Alejando los pasajes instrumentales más densos. La cita, no podía ser de otra manera, se había organizado para disfrutar.

Con una facilidad pasmosa a la hora de ejecutar los temas -entre sonrisas-, rezando para escucharlos a más potencia/volumen, cabreados porque la duración de los teloneros (Zapatotipobota, grupotipoLesEnfants) y las malditas limitaciones horarias hicieran que el concierto comunista apenas rebasase la hora. El día anterior habían llenado la sala pamplonica de turno tocando hasta 3 bises, todo el set preparado, ante un público entregado y preguntón. En Donostia, aun teniendo minutaje para ello, se quedaron con un par de canciones en el zorrón.

Resumen final para los que leen solo el comienzo y cierre de los textos: ¿Que si hay que ir a verlos si tocan en una sala de tu ciudad? Sin duda.