Casi nada está bien

Llego con ganas al “Todo está bien” de Daniel Ruiz García. Un libro breve que trata de sacar una foto a una noche electoral y su posterior resaca. “La perfecta conjunción de sexo, política y otros excesos en la España más canalla” que anuncia su promo no pasa de canallita, la verdad. Es el salir hasta las 2 am del cuarentón.

Y mira que tiene muchos espacios a los que asirse: la política, la nocturnidad, el periodismo de raza, las redes sociales. Pero a todos se asoma sin posarse, quien sabe si por la brevedad de esta obra menor -al menos en lo que a extensión se refiere-.

Con todo el lujo de detalles que puede tener obras más visuales (y por tanto, más pobres) como The Newsroom, Deuce y, si me apuran, Vota Juan, este “todo está bien” se queda en frase de pasillo de hospital, en respuesta superficial, en entretenimiento ligero. Es una foto que se toma de lejos y se amplia para ver de cerca, desbordándose de pixels. Se lee rápido y bien, pero se despista de igual forma. Una pena