Sin categoría

• Carteles en el exterior que tapan todo . “Que irán a abrir aquí?”.”No sé seguro, he oído que…”
• Inauguración. Amigos emperifollados que comen todo y beben todo. Cada uno compra un detalle. Buen día de caja
• Inauguración +1. Mucha mirada furtiva desde el exterior pero poco acceso. Entra una señora llena de trajes. “Aiba! ¿Han quitado la lavandería?” “Si, señora” le respondes mientras hacer un par de mortales a modo de reverencia (“hay que ser amable, hay que ser amable”) y piensas en vender esos trajes a “Amar(a) en tiempos revueltos”, el clon local de famoso programa televisivo.
• Primeras semanas. Tu tienda ofrece producto majo a muy buen precio. Algunos días se vende bien, otros mejor, el resto mirando tu portatil. 8 horas al día. Tus clientes conocen la mejor de tus sonrisas, algo menos el ruido de tu registradora. Pero “Hay que ser amable”, “hay que ser amable”.
• Sale una crónica de tu tienda en la revista gratuita local a cambio de un anuncio. El incremento de clientes es exponencial: De 2 se pasa a 4, y estos se lo comentan a sus compañeros de esgrima. Todos salen encantados del trato. Tus amigos siguen el camino inversamente proporcional.

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