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Etiqueta: Ricardo Aldarondo

Música anti-envejecimiento

Intérpretes: La Vieja Escuela, Para Qué Engañarnos. Lugar: La Cripta (Donostia). Día: 7 de junio. Asistencia: lleno, unas 200 personas.

Es una gozada ver a los grupos que en los años 80 estaban en plena explosión ofrecer aún reseñables conciertos. El pasado viernes se juntaron en Donostia varios de estos guindillas para, cada uno a su manera, destacar las bonanzas de aquella su juventud.

En formato “trío + caja de ritmos” se presentaron La Vieja Escuela. El combo de Juanjo Arrizabalaga, ahora director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Donostia, llegó con la lección aprendida: la música oscura es la mejor del mundo. Sobre todo cuando ofreces un magnífico show, como fue el caso.

Su concierto fue “anti-aging”. Como sucede con las cremas, los brochazos de tonos sombríos, sencillos y directos quitaron años a los presentes, volviendo por unas horas a recuperar tersuras pasadas. Hubo versiones increíbles como la de “No sé, no sé” de Rumba Tres. Y grandes canciones como “Siberia”, “Arrebato” o “Las islas”. Alguien dijo, de forma acertada, que parecía como “si Eduardo Benavente y Joy Division hicieran temas juntos tras tomar el sol en Ondarreta”.

Tras ellos le llegó el turno a Para Qué Engañarnos, con Juancar “Jocano” Landa y Enrique Mingo a las voces. Banda que abrazó una suerte de “pub pop” enfocado a la parranda: guitarrazos urbanos, aires dub, gotas latinas y Bob Dylan, Joaquín Sabina y Bruce Springsteen como inspirador trío calavera. De su larga lista de canciones cimbreantes nos quedamos con el gancho de “La princesa roja”, el atractivo de “Balneario de Lourdes” y ese cierre de “La Crónica de San Sebastián” cuya letra muchos ven aún vigente en nuestra capital.

La fiesta finalizó con una sesión DJ a cargo de dos afamados selectores, Gregorio Gálvez y Ricardo Aldarondo, con profusión de pelotazos de la época – David Bowie, Parafunk, The Specials, The Clash- que no hicieron sino elevar aún más la temperatura.