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Etiqueta: Primal Scream

Donostia Festibala: trap y hip hop en el Velódromo

Quiere la casualidad (y las medidas sanitarias actuales) que el Donostia Festibala retorne al sitio que le vio nacer, el Velódromo de Anoeta en Donostia. Un certamen que se inauguró hace diez años con el concierto de Primal Scream recreando su seminal “Screamadelica”. Tras aquel pistoletazo el festival ha ido moviéndose de emplazamiento y estilo. Primero fue el Monte Igeldo, mezclando jóvenes y “boomers” alrededor de la música “indie”. Luego llegó el más amplio Hipódromo de Zubieta, espacio que los promotores prometen recuperar cuando pase ésta época extraña.

Tras una edición de circunstancias en 2020 llegó el 2021. Los cambios se han ido sucediendo en la organización al son de los Decretos del Gobierno Vasco. “Au revoir” el ocupar todo el fin de semana, bienvenido el pegarse la parranda en un solo día, hoy viernes 24 de septiembre, en lo que será el espectáculo más populoso celebrado en Guipúzcoa desde el inicio de la pandemia.

Y lo que más ha podido chocar: adiós Hipódromo, hola Velódromo con el 40% de aforo. En palabras de la organización, “el escenario estará ubicado en una curva. Las dos gradas y la pista con sillas serán los 3 espacios aforados”. Han sido días de urgencias, de adaptarse a unas medidas que bailan más que los asistentes. Desde la dirección del festival confirman que “la ley obliga a que la gente tenga que estar sentada. Las autoridades nos piden que no haya aglomeraciones fuera del recinto, cosa que sucedía con los buses lanzadera que había en Lasarte. Con la elección del Velódromo cumplimos esas necesidades. El camino está siendo muy estresante por el poco tiempo con el que contamos y por lo difícil que es reinventarse para poder llevar a cabo el evento. No podemos sino agradecer la paciencia del público”.

Una chavalada a la que recomendamos asistir desde el inicio. Solo así disfrutarán de nuestra boyante cantera musical. J Largo será el encargado de inaugurar la fiesta. Su trap pulcro llegará con bombos graves, sintetizadores oscuros y disparos sampleados. Donostiarra es el siguiente de la lista, Aigory, con esos vídeos en los que radiografía su barrio de Altza mientras musicalmente defiende la negrura sonora y el impacto de unas letras cabreadas.

La argentina afincada en Barcelona SIMONA le dará al collage de estilos con alegría. Sus canciones fusionan el soul, la bossa nova y el pop con las canciones callejeras. La cosa se pone seria (en cuestiones de tirón popular) a partir de este punto. Lagrimas de Sangre, Los Chikos del Maíz y Kase O conforman el podio del cartel de este año. Los primeros llegan desde Cataluña para volver a mostrar su exitosa fusión de rap, hip-hop, rock y el reggae.

El resto del podio demuestra que las estrías de la edad y la música combativa no están reñidas. Los Chikos del Maíz visitarán la capital guipuzcoana con su hip hop melancólico para tiempos tristes. Y Kase.O presentará el décimo aniversario de su emblemático ‘Kase.O Jazz Magnetism’. En Donostia, bajo el tejado del Velódromo, recuperará aquella magia para sus muchos fans.

Publicado en El Diario Vasco

Kutxa Kultur Festibala: Agitando las maracas

Y llegó Bobby Gillespie con sus secuaces a Donostia. Y lo puso todo patas arriba. Primal Scream, interpretando su celebérrimo disco ‘Screamadelica’, editado hace ahora veinte añitos de nada (madre mía, qué lejos empieza a quedar la Gaztekutxa), fue el genial colofón de la larga fiesta que la Kutxa montó en el Velódromo el pasado sábado.

La tarde la abrieron Rock Privado y Krell, los grupos que más votos consiguieron en el concurso que la entidad financiera realizó en Facebook. Les tocó bailar con la más fea, y la más ausente. Apenas 15 personas con el primer acorde de los rockeros. Ambas formaciones demostraron morro y tablas.

Los donostiarras Thee Brandy Hips lo bordaron. Pop genial, divertido, contagioso y cada vez más abierto. Y si los guipuzcoanos fueron notables, lo de We Are Stardard fue cum laude. Impresionante su show, su propuesta sonora, su dominio escénico. Como dicen los chavales en la calle, «su todo». Los nuevos temas (otro guiño a nuestra lozanía) son hijastros de Happy Mondays, Stone Roses y, claro, Primal Scream. Pero nada de cortapega barato. WAS son poderío enlatado en canciones cada vez mejores.

Suyo debía ser el entrante a los protagonistas de la noche, pero ya saben la tendencia de que los foráneos tengan la tipografia más grande en los carteles. Fanfarlo ocuparon ese lugar, y sus epopeyas a lo Arcade Fire que se quedan sin explotar fueron muy aplaudidas, pero quizás mal colocadas en el cartel.

Primal Scream a escena. La pantalla del fondo con el genial logo de su disco ‘Screamadelica’. Primer tema. ‘Movin on Up’. Y todos nos lanzamos a botar, a querer ponernos la camisa brillante del antiguo batería de los Jesus And Mary Chain, a comprar dos maracas y pasarnos toda la velada agitándolas como aquellos bailarines que tan poco bailaban en la época del sonido Manchester. Cantando, alborotando, haciendo de fan de Justin Bieber.

Tanta efusividad tuvo sus excesos, y Gillespie se encaró con un asistente que le había lanzado un vaso. Chico, que estuviste en la famosa bronca de los Jesus en el North Poly en 1988 (y en Candem tres años antes, y…). Hay que tener más mano izquierda, hombre. Bromas aparte, el cantante fue una guindilla durante toda la noche. Un agitador nato. Siempre lo ha sido, más que cantor puro.

Tras el pistoletazo sonoro llegaron la espectacular y no menos quieta versión del «Slip inside this house» de los 13th Floor Elevators, el silbido pegajoso de ‘Dont fight it feel it’, la deliciosa calma de ‘Damaged’ y ‘Higher than the sun’, el pepinazo eterno que es ‘Loaded’… Para el bis, con las stonianas ‘Country girl»,’Jailbird’ y ‘Rocks’, ya no nos quedaba fuelle, músculo ni endorfinas. O las que aún pululaban por nuestro cuerpo se volatilizaron. Solo guardamos energías para estirar la boca y mostrar a los presentes nuestra feliz sonrisa de anuncio de dentista.

Kutxa Kultur Festibala: Saltando la banca

Extenuantes y gozosos días son los que quedan a los fans de las músicas popero-independientes para cerrar la entrada de noviembre. La caja de ahorros guipuzcoana Kutxa tira la casa por la ventana y cierra su ciclo anual de actividades culturales con la organización de una serie de conciertos que, estos días sí, nos emparenta con las mejores villas europeas.

La fiesta comenzaba ayer, con el show de los norteamericanos Wilco en el Kursaal donostiarra. Jeff Tweedy y los suyos volvían al auditorio con su flamante nuevo álbum titulado ‘The Whole Love’. Y esta noche, la cita banquera llevará nuestros pasos a la sala Gazteszena de la capital donostiarra, con Cristina Rosenvinge y el local PLV Havoc como nombres de un cartel de enfoque cantautoril.

Y mañana, «madrugón» para poder disfrutar en el velódromo donostiarra de todas las actuaciones que sirven de colofón al ciclo Kutxa Kultur (www.kutxakultur.com). Una programación privada que ha apoyado a los autores locales -no sólo musicales sino también textiles, fotográficos o videográficos- a lo largo de este 2011, con festivales en varias poblaciones, invitaciones para abrir las veladas de formaciones de postín y otros actos encaminados a que lo que cuenta con una difusión mínima pueda aparecer ante el gran público.