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Etiqueta: Pablo Sanchez

Jazzaldia: Crisol y sombra

El Náutico donostiarra se ha convertido en un exitoso sonoro espacio festivo del Jazzaldia. Situado en plena costa, y con muchos asientos naturales en los que apoyar las posaderas, a nada que el buen tiempo se instale sobre nuestras cabezas la zona se convierte en el arranque de la fiesta diaria. O en el espacio en el que relajarse mientras ves a la gente bañarse. Si no eres tú mismo el que decide pegarse un chapuzón para aligerar la modorra que dejan las noches largas

Durante estos días músicas modernas y antiguas, siempre con un enfoque bailarín y sofisticado, han sonado en el lugar a cargo de varios DJs preferentemente locales. El domingo los actos comenzaban con Teenage Caveman. Un joven guipuzcoano cuyo buen hacer mezclando le ha llevado a pinchar a festivales británicos especializados en músicas clásicas. Y como tal entenderemos el swing, el hillbilly, el rock de los 50, el soul primigenio y hasta el ska. De todo eso hubo en sus dos horas de propuesta, elegantemente cimbreada por buena parte de los presentes.

A continuación le llegó el turno a Ayo Silver DJs. Los promotores musicales donostiarras también mostraron tino en su selección de vinilos. Arrancaron continuistas respecto al señor Caveman, para más tarde abrazar sonidos más contemporáneos: Of Montreal, Growlers. Deerhunter, Ariel Pink. Y la cosa se puso moderna a rabiar con la sesión de Katza. Una suerte de música electrónica vanguardista impactante. Demostrando que la zona fue un crisol de sonidos. Casi siempre con el baile como destino final. De ello darán fe quienes asistieron en jornadas anteriores para disfrutar de Makala, Pablo Sanchez, Arka o los Gallinero All Stars.

La fiebre Jazzaldia se ha extendido también a otros espacios bareros cercanos. El Be Bop, por ejemplo, ha ofertado fuera del programa oficial una programación de conciertos y pinchadiscos. Los cubanos Havana Son o los cercanos Triz3ps se encargaron de la música ejecutada, mientras los discos fueron seleccionados por Javi Pez, Araña o el alavés Dj Putxero. El enfoque general ya lo imaginan quienes son habituales del garito: jazz latino de gran animosidad.

El último día actuante suele ser uno de los más populosos en los espacios gratuitos. La gente menos habitual suele dejarse caer por la zona del Kursaal para picar un poquito de aquí y de allá. Los asistentes pudieron disfrutar de las tonadas vascas de Iñaki Diéguez. El acordeonista irundarra, que giró con El Circo Del Sol, mezcló sonidos euskaldunas con aires más brasileños en un concierto dulce y bastante ensoñador. El resto de terrazas fueron esquivando las gotas nocturnas, permitiendo que Belceblues, Maldataskull o los aplaudidos Gregario De Luxe se encargaran de poner punto y final a esta exitosa sección festivalera.

Jazzaldia: Un baño de masas

La banda !!! puso a la playa a bailar con sus modernas composiciones de funk discotequero

Y el hombre cumplió su sentencia/amenaza. El cantante de la banda norteamericana !!! (chk chk chk), formación encargada de cerrar las actuaciones del espacio gratuito más relevante del Jazzaldia, había avisado al comienzo de su espectáculo que al acabar el mismo se iba a pegar un baño en el mar.

Claro que eso se suele hacer con cierta privacidad, de manera algo VIP, aprovechando tu condición de artista. Pero Nic Offer -que así se llama el cantor- tomó el camino más corto entre el tablado y el agua. Bajando por unos de los laterales del escenario, echó a correr hacia la orilla seguido por un foco y varias decenas de seguidores que no dudaron en imitarle. El bañador ya lo llevaba puesto, fue su ropaje principal durante toda la velada. Así que no hizo falta mucha preparación previa.

No era la primera vez que tomaba ese camino descendente. Offer casi se pasó más tiempo a ras de arena que sobre ella. Dando bastante trabajo a los chicos de seguridad, porque alguno de esos viajes se hizo más allá de la barrera del foso, adentrándose entre la muchedumbre y danzando con los presentes. Entre ellos, destacar al espectador de pantalones dorados que parecía compinchado con la banda, dado que llegó a subir al escenario y andar como Pedro por su casa.

El guindilla del micro tampoco paró quieto cuando le tocaba ocupar el lugar que le corresponde, al lado de sus socios musiqueros. Ni más tarde, cuando llegó el turno sacarse fotos en los bares de la ciudad. Chk Chk Chk eran la oferta festiva y bailarina que el Heineken Jazzaldia suele predisponer para el sábado a la noche como colofon de su espacio más populoso, un lugar en el que brillaron en su día formaciones como Cut Copy o Crystal Fighters. ¿Consiguieron los organizadores el objetivo previsto? Pues diremos que a medias. Hubo varios miles que utilizaron las admiraciones del nombre del grupo para expresar felicidad y otros cientos que las emplearon para mostrar su asombro (negativo).

Los mimbres estaban en teoría bien dispuestos: Ingredientes de soul y funk con un aire moderno y discotequero. Demasiado quizás, porque aunque buscaban el mismo fin bailarín, se alejaban del contagioso atractivo de las canciones clásicas para entregar secciones algo anodinas, o sin un gancho muy visible. No era como “La 2 en Blues band” que actuaba en una de las terrazas del Kursaal esa misma noche. Un ejercicio clásico de un estilo bastante férreo en sus compases habituales, bien agitado por la sección de viento, el órgano pegadizo y una voz principal con un dinamismo a prueba de bombas.

Tanto a ellos como al resto de socios de turno noctámbulo, el DJ Pablo Sánchez y la Seminal Jazz, les temblaron ligeramente las canillas cuando el ya habitual chaparrón de las once de la noche hizo acto de presencia en la ciudad. Afortunadamente, esta vez la visita también fue breve, sin llegar a refrescar ni rebajar la humedad reinante.

El pinchadiscos Sánchez ofreció en el escenario Coca Cola una buena sesión de música de club con aires latinos sobrevolando el ambiente y voces pregrabadas cantadas en inglés o africano. Su momento fue bastante cálido y armonioso, haciendo que la gente bailara sin mayores vergüenzas. El productor venezolano es un habitual de esta temporada donostiarra. Y suponemos que en el futuro le seguiremos viendo por nuestros garitos, dado que su mezcla de jazz, funk, afrobeat y electrónica fue bien gozosa.

Como también fue aplaudida la oferta de Seminal Jazz, quienes haciendo honor a su nombre ofrecieron elegantes pasajes de jazz clásico. Consiguieron reunir a un número creciente de espectadores con sus melodías propias y versiones de corte estándar. Hubo muchos brincos y paseos por las partituras, con sus correspondiente ovaciones, en lo que fue el estreno de la banda en el Heineken Jazzaldia

Y tras el correspondiente descanso, el certamen arrancaba su jornada final dominguera con un paseo DJ por el atractivo escenario situado en la zona del Naútico. Allí el guipuzcoano Teenage Caveman ofreció sonrientes pasajes de swing y músicas de similar animosidad, mientras los inquietos donostiarras Ayo Silver llenaban el elegante recinto de sonidos pop y rock de mayor actualidad.

La zona de Zurriola siguió mostrando actividades hasta bien entrada la tarde. Gregario de Luxe, La Prima Janis, Iñaki Diéguez o el pop jazzero de Youn Sun Nah Quartet fueron algunas de las propuestas que completaban la lista de actuaciones de un festival que volverá a mostrar un balance general más que positivo.

Lovemonk DJs: Animada fiesta

Lovemonk DJs.
Señor Lobo + Pablo Sanchez.
Domingo 2 de Octubre 2005
Club 16 Bis (Donostia)

Cerraba el Festival de Música Electrónica y de Club de Donostia denominado Elektronikaldia su primer fin de semana de programación con la sesión a los platos de la gente del sello madrileño Lovemonk.

La cita era en el Club 16 Bis (¿les suena más si les digo que es el piso de abajo del Bar Ondarra?), en su día club de alterne y hoy club de los otros, de los que tienen pinchadiscos que animan el cotarro. El establecimiento hostelero “grosero” busca ofertar en su planta inferior durante los fines de semana una programación de DJ´s de amplios abanicos estilísticos.

Seguro que la diversidad de la oferta sonora del local fue la que llamó la atención de los gestores del Elektronikaldia para llevarles la noche del domingo a los responsables de la discográfica Lovemonk a poner sus músicas preferidas.

Allá estaba Borja (en el cartel lo llamaban Señor Lobo), capo de la empresa disquera, tremendo en formas y sonidos. A su lado, turnándose a la hora de poner vinilos, se encontraba el sudamericano Pablo Sanchez, con una colección de discos animosos que mueven los músculos corporales con pasmosa facilidad.

La casa editora se caracteriza por publicar los trabajos de bandas que fusionan el jazz, los ritmos latinos y las cadencias brasileñas. Todo presentado con estructuras de baile cálido y poco machacón. ¿Quieren ejemplos? Wagon Cookin, Mojo Project, Louie Vega…

De eso hubo y mucho en la cita donostiarra, pero los DJ´s abrieron su maleta para ofrecer gemas con mucho soul y funky. Vale, también hubo un poquito de bombo cuando las gentes del lugar más se movían, y alguna que otra mezcla de canciones cuando menos arriesgada, pero no pasaron de ser meros detalles en una noche en la que prevaleció el buen gusto musical.

Y hablando de los asistentes, había cierto temor por ver cómo los usos sociales de la tarde-noche dominguera (pantuflas, pijama, la película de turno o los resúmenes de fútbol) iban a afectar a la asistencia a la fiesta. Como hay gente para todo en esta vida, podemos afirmar que el pequeño local tuvo una simpática y animada entrada, con una buena ración de búhos nocturnos y chicas locales y foráneas con ganas de mover el esqueleto.

Aunque también flotaba en el aire la sensación de que si la sesión de música pinchada hubiera sido un viernes o un sábado, el flujo de gente hubiera sido mayor. No podemos olvidar que somos una capital de provincia, con bastantes actividades culturetas y todo un FNAC pero con una población que se encuentra lejos de los números (y los ánimos) de las grandes urbes si hablamos de músicas poco conocidas.

El Elektronikaldia descansa unos días, hasta el próximo jueves, cuando los llamados clubs (de baile) de nuestra capital presentarán las propuestas de giradiscos locales como Pedro Destino o los Funky Cabrones. De ahí hasta el final de la semana diferentes actuaciones y eventos acercarán a la ciudad los más variados aspectos de la música electrónica más templada y movida.