Saltar al contenido

Stone Foundation: Soul cristalino

Intérpretes: Neil Jones (guitarra y voz), Neil Sheasby (bajo), Philip K. Ford (batería), Ian Arnold (teclados), Gareth John (trompeta), Spencer Hague (trompeta), Gary Rollins (saxo), Rob Newton (percusión). Lugar: Sala Kutxa Kultur (Donostia). Día: 12 abril. Asistencia: unas 200 personas.

Con intachables pintas mod, apadrinados por Paul Weller y a banda completa. Así aterrizaron ayer los ingleses Stone Foundation en la tórrida sala Kutxa Kultur de Donostia. Combo que ofreció un largo concierto de casi dos horas en el que buscaron dar una muestra de sus gustos soul-funk británicos.

Su debut en nuestra ciudad, la séptima fecha peninsular de esta gira que casi se interrumpe por un grave accidente en Somosierra, estuvo bien dirigida por el cantante Neil Jones. Bregado en salas en las que no hay que bajar la guardia, esta suerte de “betigazte” Brian Adams animó a la gente todo lo que pudo. Un público ya bien entrado en años – los allí presentes ya gateaban cuando las primeras elecciones democráticas- que bailó de lo lindo durante la noche.

Hubo más músicos destacados en la velada. El bajista Neil Sheasby fue el amo y señor de las canciones, mientras la notable sección de viento no paró de imprimir vigor a las melodías. Acérrimos defensores de las cristalinas directrices funk-pop anglosajonas, aquellas que en el pasado lucharon contra el pop banal, el octeto buscó la creación de melodías pegadizas (“Beverly”), el impacto en los estribillos (“Season Of A Change”, “Next Time around”) y el amor en los cortes lentos (“Pushing”).

Quizás, solo quizás, se echara en falta cierta diversidad en una formación anclada en las directrices de Style Council. Que los chispazos Motown de temas como “Limit of a men” o “Give The Man A Hand” nos llevaran a los reinos soul de aquel Charles Bradley que agitó el Jazzaldia. Pero estos Stone Foundation pegarían más, y seguimos en la arena veraniega, reventando una de las terrazas del evento playero donostiarra. Tampoco es mal sitio para dejar un buen sabor de boca, ¿no?

Publicado enCríticas de conciertos

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *