Saltar al contenido

Anari, Anna Calvi: Otras voces

Intérpretes: Anari, I Have A Tribe, Anna Calvi. Lugar: Casa de Cultura de Intxaurrondo (Donostia). Día: 13 de diciembre del 2013. Asistencia: unas 350 personas

“Bueno, ya nos podemos ir a casa”, dijo un asistente tras acabar el concierto de Anari el pasado viernes en la casa de cultura de Intxaurrondo. Y pensamos que la sala, abarrotada, se iba a vaciar, porque la autora guipuzcoana movió legión de seguidores -como siempre- a su cita capitalina. Pero la gente es heterogénea. O simplemente es que una vez de pagar la entrada uno se queda a ver el resto del cartel. Porque de allí no se movió nadie hasta el cierre.

La de Azkoitia ofreció un concierto acústico soberbio, con una voz muy entonada, atacando la parte más afamada de su cancionero y entonando en euskera una versión de Bob Dylan. Los tres cuartos de hora de su paseo se hicieron breves. Aunque nada comparado con la actuación del muchacho denominado I Have a Tribe y sus escasos veinte minutos. A la guitarra pareció Sting haciendo temas de fondo reggae, y al piano un crooner épico. Un autor inquieto y bastante libre.

Y libertad es el apellido oculto de Anna Calvi. La comparan con PJ Harvey, y algunos puntos manejan en común. Pero la bellísima Anna es más juguetona. Y toca y canta como los ángeles, bien acompañada por un batería fantástico y un par de músicos que completan los huecos que dejan sus guitarrazos. Menudo virtuosismo muestra la dama a la hora de atacar las cuerdas. Su formación clásica le permite estirar las falanges hasta trastes insospechados.

Lástima que a veces tanta inquietud se pierda en el anhelo de la modernidad. Es bonito que Brian Eno te halague con razón, pero en ocasiones no seguir los cánones de la estrofa y el estribillo puede hacer que se te olvide transmitir emociones. Será que somos unos clásicos, o ellos muy avanzados. Mas hubo pasajes que sonaron tan preciosos como huecos. No fue la sensación general. Los aplausos fueron abundantes durante su actuación de una hora. Y la mesa de merchadising estuvo muy solicitada al final, con la británica repartiendo sonrisas y posando con amabilidad mientras firmaba discos.

Publicado enCríticas de conciertos

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *