Hay gente que estornuda, se le cae la guitarra y con eso es capaz de entregar una canción arrebatadora. Autores con personalidad, buen gusto y la capacidad de emocionar en los malditos genes.
Jurado es uno de esos tipos. Su nuevo disco, de “pop experimental orquestal” según sus propias palabras, es simple, sencillo, dulce. Precioso.