La banda de Hondarribia presenta ante sus vecinos un debut con guitarrazos de muchos estilos.
Un cadavérico Elvis bailando sobre una luna y con pingüinos de fondo. Los Beatles paseando por la trasera del CD. Un libreto – con un astronauta tocando el banjo- en el que las letras son evocadoras, sicodélicas, personales o francas.
”El surrealismo es un lenguaje que cada vez tiene más sentido para mí.” Así opina Ernesto Villar, guitarrista, cantante y principal impulsor de la banda “&The Fans”. Formación que presenta su debut homónimo esta noche en su Hondarribia natal.
En la música la mente de Villar es tan heterogénea como sus diseños gráficos. Algo que ya se intuye observando las formaciones en las que tomó parte: Orgasmic Toothpics, Miss Dinamarca o el proyecto blusero Chicago Botanic Garden. “No puedo evitar mostrar mis gustos abiertos. No me veo tocando en una banda que haga un tipo concreto de música.”
Su primer CD como fan suda frescura por los cuatro costados. Temas insolentes, directos y sencillos. “Busco la inmediatez, sobre todo al componer. El proceso era ir haciendo canciones para grabar un disco, con colaboraciones de amigos hasta llegar a tener una banda consolidada”. La formación se completa con Asier Torres a la guitarra, el mexicano Daff Linares al bajo y el italiano Manu Monicelli a la batería.
A los mandos de la grabación se colocó el siempre efectivo Karlos Osinaga (Lisabo, Anari) y el resultado es muy desvergonzado. El tequiliano tema “Corazones” (“Para mi es algo más Televisión, pero al cantarla en castellano es fácil que te recuerde a Tequila.”) se mezcla con otros derrapes al estilo de El Columpio Asesino o Discípulos De Dionisos (”Mesa de Ping Pong”).
Sin olvidar el rockabilly que empapa buena parte de la colección de melodías. “Siempre me salen tiros por todos lados. Uno de mis retos es hacer una música abierta pero mantenga un sonido característico.”
Imposible no dejarle un hueco al sello que edita este disco, Psilocibina records, y la casa madre que lo sustenta, la asociación bidasotarra Psilocybe. “Es un oasis, un edificio muy valioso para la cultura musical. El Ayuntamiento de Hondarribia nos ha puesto una herramienta con la que poder llevar a cabo un activismo cultural de largo recorrido. Se programan conciertos de calidad, se ensaya, los chavales con inquietudes tienen todo tipo de herramientas a su disposición”.
Y luego esas herramientas se usan. Para quienes crean que los jóvenes sólo tocan la guitarrita del dichoso videojuego Rock Band, Ernesto nos informa que 3 jóvenes formaciones acaban de empezar a usar los locales de ensayo. Y nada de baladitas merengonas. “Le pegan al punk, el ska, el rock urbano. Noto una gran diferencia respecto a nuestra generación, que teníamos como referencia a bandas extranjeras. El resto de la casa es más diversa: surf, rock´n´roll, punkrock, pop islandés…”
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