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Mes: abril 2004

Xiu Xiu: «Fabulous Muscles»

Siempre hay algo. Está o no está. No nos engañemos, toda la música está inventada ya, pero en la mezcla de elementos a veces ves chispas. Y otras te las enseñan un poco.

Rebuznas un poco cuando te llega a las manos el disco de Xiu Xiu. Criticas cojonudas, comentarios de su disco con recuadro en varios medios…Pero toda esa desconfianza se transforma en sorpresivos «¡Oh!» cada vez que suena en tu lector. ¿Electrónica? Sí, pero con una utilidad meramente arbotante. Aquí no podemos hablar de etiquetas, sino de sentimientos a flor de piel. Cuesta verlos, pero una vez vistos, uno siente la necesidad de compartirlos.

También hay folk, como en el quejido de la voz cantante, como en esas guitarras que (por dios, cómo no se me ha ocurrido a mi, con lo sencillo que parece…) saben transgredir sin ser fieras. Y hay punk, porque eso es un sentimiento y no una chaqueta de moda. Si todo se asimila como lo que (para mi) es, un grito susurrado al fondo de nuestra rabia, esa que colinda con la emoción y la confortabilidad interna, deberemos unirnos al resto en ese aplauso coral hacia este soberbio trabajo de Xiu Xiu.

Edison Woods: Delicadas maneras

Los más atentos tendrían apuntado el concierto del rapero londinense Ty, pero imprevistos de última hora han hecho que la propuesta foral Gaztemaniak! lo haya sustituido por otra actuación igual de interesante, aunque más relajada: Los neoyorquinos Edison Woods. El pasado año esta populosa banda norteamericana editó su segundo larga duración (“Seven principles of leave no trace”).

Su amalgama de sensaciones calmosas, tanto electrónicas como analógicas, a medio camino entre Mazzy Star y la Nico menos cortante, aguantan bien el paso del tiempo. Sensación atemporal a la que ayuda sobremanera el chorro sincero de voz de Julia Fridahl, cabeza pública de este combo. La cazamos en mitad de la gira que le trae a Donostia para que nos presentara sus diversas variantes artísticas.

Porque la moza tan pronto se está montando performances como embarcando al resto de la troupe para girar por Europa. “Bueno, ahora mismo la música se lleva gran parte de mi tiempo, aunque en Edison Woods nunca olvidamos las obras de arte. Presentaremos una en nuestra próxima visita en Mayo, en el Festival La Frontera de Zaragoza”.

“Puede tener varias acepciones”, nos contaba Julia cuando le inquirimos sobre el misterioso título de su último disco, traducible de manera libre como “siete maneras de no dejar huella”. Aunque en ningún momento contemplamos la desacertada acepción de aquel libro del Imán de Fuengirola, ”por una parte estaría el principio de no hacer daño, o el de realizar acciones generosas. Estoy muy interesada en la generosidad y la libertad, que demanda la habilidad para cambiar o partir en cualquier momento. Lo cual requiere dejar el menor rastro posible”.

Una emoción tan minúscula que vino empujada por otra pequeña artista, que fue la que despertó en Julia sus ansias por cantar. “Lo que más me espoleó fue una cantante del Circo del Sol. Era pequeñita y frágil, pero cuando empezó a cantar su voz ocupó todo el estadio, de manera fuerte y cariñosa. Toda aquella energía saliendo de aquel minúsculo cuerpecito me emocionó. La música es terriblemente potente como sentimiento, ¿no crees?”.

Sí, como creo que no se le ha prestado la suficiente atención a vuestro último disco en nuestro viejo continente. Ya hablábamos de Nico y Mazzy Star, pero no podemos olvidar la sinceridad melódica que te une con otras dulzuras tipo Georgia Hubley (Yo La Tengo) o Moe Tucker de la Velvet Underground. Confites vocales que parecen desmontarse según arranca la canción. “Las pistas que das no son malas. No andamos muy lejos de ellas”.

Todo conducido con la suavidad de un piano, varios chelos y algún inquietante fondo electrónico, construyendo un emotivo y embriagador mensaje de emociones afloradas sin cortapisas, de sinceridad aplastante.

Porque como dice la elegante web oficial de la banda (www.edisonwoods.net) y confirma nuestra interlocutora, “nuestra música se centra más en la búsqueda que en el hallazgo. Somos una mezcla de gente extraviándose junta, solapándonos donde las cosas son más fértiles”.

Siete de esos fructíferos componentes de Edison Woods se acercarán la noche del próximo lunes a la sala Gazteszena del barrio donostiarra de Egia para mostrarnos sus bellas maneras de no dejar huella, y alguna nueva composición suave y seductora. “Sí, las canciones del próximo disco están en proceso de tallado. Por supuesto que tocaremos algunas para vosotros”. Pues como sean como las que conocemos, difícil será que no dejen marca en nuestro interior.