Cupido no ha lanzado flechas

Al menos en Donostia no lo hizo. O quizás le hayan informado que hoy no era buena idea lanzarlas.

Le digan lo que le digan los medios, la huelga general de hoy ha tenido bastante repercusión. A la tarde me he dado un paseo por la capital y he visto 3 tiendas abiertas (una de ellas una gasolinera) en una caminata que ha atravesado tres barrios.

Si esto fuera Madrid y sus contadores de asistencias, los convocantes jugarían a ser Espe y el Gobierno Vasco haría de Policía. El alcalde Elorza sería Gallardón, que ya le pega.

Los vagos han encontrado buen palo al que agarrarse el 14 de febrero. «Cariño, iba a comprarte una cosa preciosa pero estaban todas las tiendas cerradas».

Mal día para robar. Mucha policía por las calles vigilando la situación.

Nos dio tiempo a idear una película: Los piquetes informativos entrando a primera hora a desayunar a un bar donde habían quedado, y cuando acaban y pagan (también antes de pagar, pero no voy a ser malicioso) invitan al gerente a que eche la persiana.

Enroque: La irse del bar cerrado, uno de los informantes le pasa la tarjeta de su trabajo. Es cristalero. «Nunca se sabe».

Generalizar es tan malo como injusto, así que diremos que nos extraña que «algunos» de los convocantes estén en contra de la incineradora y hoy hayan protestado quemando contenedores y la basura que incluyen.

Gracias a ellos me quedé sin autobús de vuelta a casa. Parece que tampoco son arduos defensores de la sostenibilidad. O quizás sean comerciales de marcas de coches.

El capítulo de «Sin rastro» en el que sale CSI Grissom es tan bueno que estoy escribiendo este post