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Etiqueta: Txema Garcés

Imanol Oroituz: Recuerdo vivo

Intérpretes: Joxan Goikoetxea (acordeón), Txema Garcés (contrabajo), Iosune Marín (guitarra) y numerosos invitados -Beñat Mujika, María Amolategi, Olatz Salvador, Telmo Trenor, Olatz Prat, Amaia Zubiria-. Lugar: Sala Imanol Larzabal (Donostia). Día: 12/11/2022. Asistencia: lleno, unas 240 personas.

En la semana en la que Imanol Larzabal hubiera cumplido 75 años no podía faltar un concierto al uso. Y debía celebrarse, cómo no, en la sala que lleva su nombre. Allí se rememoraron ayer sus canciones de manera fresca y rejuvenecida en una sala abarrotada cuyo público cantó todo lo que pudo. Tonos originales que llegaron del pasado con un ojo en el presente y el futuro.

Lo dijo Maite Berzosa en la presentación del acto: “queremos defender su memoria, expandir sus creaciones y hacérselas llegar a los jóvenes”. Y vaya si lo hicieron. El joven bertsolari Beñat Mujika perfiló al autor y el concierto con arte y finura. El DJ Telmo Trenor despegó dos grandes momentos ambientales apoyados sobre el cantar de un Imanol filtrado. Gracias a él los asistentes pudieron unirse a capela al´Lau haizetara’ protagonizado por la voz del homenajeado.

Joxan Goikoetxea (acordeón), Txema Garcés (contrabajo) y Iosune Marín (guitarra) pusieron el fondo de las voces femeninas invitadas. Amaia Zubiria, tan libre como siempre, hizo suya la bossa ‘Heldu zaigu azaro’ y se explayó en la bella ‘Ezin zen eta ez ginen’. Olatz Salvador y su guitarra eléctrica refrescaron ‘Nire euskaltasuna’ con esa visita tan 50´s, destilando elegancia en la posterior ‘Mendian Gora’.

Olatz Prat acercó a Larzabal a la cueva de jazz, cercana e íntima, con su entonar vibrante y terso. ‘Poeta kaxkarra’ e ‘Izarapean’ fueron algunos de sus mejores momentos. La guitarrista Iosune Marín le insufló un aire folkie cantando en ‘Koplak’ y el torbellino Maria Amolategi fue todo fuerza y arrojo, muy del gusto televisivo actual. Destacó su protesta briosa en ‘Euskadin, Castillan bezala’ mientras ‘Ile adats’ fue uno de los varios afrancesamientos de la noche.

Al final todo el mundo acabó de pie cantando las canciones, quedando la sensación de que el evento rayó a gran altura y que las nuevas generaciones, a su manera, van a seguir con las partituras del autor guipuzcoano.