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Etiqueta: Randy Greer

Jazzaldia 2020: bienvenidos a su bar favorito

Las terrazas ofrecieron nuevos pases de bandas que se adaptan como un guante al festival

Para que la Ibiza de los atardeceres que es el Jazzaldia 2020 funcione hace falta que la máquina esté bien engrasada. Un equipo de 35 personas se encarga de gestionar las necesidades de los espectadores en esta zona abierta del Kursaal. Unos te guían al asiento, otras te venden camisetas y “mascarijazz”, aquella sirve el refresco y este limpia la mesa tras cada uso.

El donostiarra Mikel Ezkerra es parte de este personal interno. Un guardia de seguridad joven y tranquilo. Una calma que sobrevuela la zona. El ambiente familiar, los “grupetos” en modo vacacional y los oyentes individuales ayudan a que todo sea como el Mediterráneo en sus oleajes. “No hay problemas reseñables. La gente es muy educada, si tiene que hacer cola la realiza con paciencia. Estos días no hemos tenido ningún encontronazo. A ver si el fin de semana se mantiene la tónica”.

Las terrazas estuvieron a pleno rendimiento. Todos los visitantes entraban con mascarilla y muchos la perdían al sentarse en la silla. Y a los que no les apetecía esperar para acceder al sector festivo tiraban para el pretil del río. Desde allí escucharon la música de los grupos programados por el festival veraniego.

La de ayer fue una tarde de repeticiones. Como cuando entras en tu bar favorito y vuelven a poner el disco que tanto te gusta. Esa insistencia no tienen porqué ser mala. Mucho menos si hablamos del Jazzaldia. Conecction Trío, Around Midnight y, cómo no, Randy Greer reincidían en la trasera de los cubos, con el Sean Clapis Dúo como principal novedad de la plancha.

La jornada arrancó con el trío que era dúo, Connection. Su jazz sonó académico, oscuro, alambicado y tranquilo en sus revueltas. Su visita volvió a ser óptima para quienes buscan los instantes más puristas del Jazzaldia. Anunciaron nuevo disco como “Nolan Trío” para finales de este año y se despidieron con el “Time Remembered” de Bill Evans.

El pase de las siete de la tarde cayó en manos de Around Midnight, tres chavales recién graduados de Musikene con ganas de agradar. Y bien que lo consiguieron. Sus tonos fueron “ricos y suaves”, como cantaba Ricardo Mejía. Con gusto por lo brasileño y lo amable. Vaporosos como los nebulizadores que refrescan los ambientes. Con una nocturnidad ayer inviable bajo el sol y una ligera alevosía en las partituras. Sus momentos más acertados se entrelazaron con el sonido de las olas, compartiendo con ellas el efecto placentero.

A Sean Clapis Dúo le aplaudieron hasta en las pruebas de sonido. Arrancaron puntuales a las nueve, y guitarrista y contrabajista se pegaron un alborozado y bien dialogado viaje por el pasado más vivaracho. Bien cantado por el norteamericano que da nombre al grupo, un autor que tocaba la guitarra con las mascarilla colgando del clavijero, notas y acordes viajaron a gran velocidad en unas piezas que sonaron cariñosas, añejas y gustosas.

Publicado en El Diario Vasco

Jazzaldia 2020: un sol de voces

El grupo más sencillo, el que menos instrumentos llevaba, fue casualmente el que mejor se adaptó ayer a la nueva normalidad del festival. Los guipuzcoanos Les Fous, un grupo prácticamente vocal, ofreció un fantástico concierto en un día soleado a rabiar. Con unas sombrillas que eran un auténtico objeto de lujo y una brisa que refrescaba las camisetas, las terrazas no pararon de aplaudir a esta agrupación tan poco habitual. Su set lleno de dinamismo lo mismo te anima un Jazzaldia adulto que te entretiene un Txikijazz.

Santi Romano, Noa Eguiguren y Otxi llegaron acompañados de un piano eléctrico y las apariciones ocasionales de la pandereta y un diapasón con el que pillaban el tono. Con unas canciones con gusto por las baladas melódicas y el pop de toques épicos, estrenaron temas realizados en la cuarentena (el acertado “Orain bai”. Una pena que no hagan más piezas en euskera) y homenajearon a sus grupos preferidos: de las Andrew Sisters hicieron un “medley” que incluyó los cortes “Rhum and Coca Cola” y “Sing, Sing, Sing”. Jugaron con los efectos para interpretar el “Shape of You” de Ed Sheeran y se lucieron con la revisión de “Shallow”, la obra que Bradley Cooper y Lady Gaga interpretaban en la película “Ha nacido una estrella”

Hubo dedicatorias a cascoporro, entre las que destacaremos la ofrecida a Luis Alberto Izaguirre, viejo conocido de la escena local dado que graba muchos de los conciertos que estas bandas ofrecen en la ciudad para luego subirlas a internet. Las dos chicas y el chico de Les Fous despidieron su momento con el clásico “Lau Teilatu”.

El Jazzaldia es eso que pasa entre las actuaciones de Randy Greer”, dijo con humor un espectador cercano nada más comenzar el acto musical del autor mencionado y sus socios valencianos. Greer se lleva este año el premio a la hiperactividad festivalera. Cuatro serán los momentos en los que el trío capitaneado por la voz de este norteamericano se subirá a los escenarios situados en estas terrazas. Pasean más por la zona que los epidemiólogos por nuestros televisores

Pero lo suyo no es una murga ni una chirigota. Los recios y cálidos tonos de Randy Greer se pusieron un traje de “crooner” para atacar con elegancia clásicos del jazz y otras músicas cercanas. Con un teclista sobresaliente y varios apuntes remarcables del saxofonista, el trío ofreció visitas a las partituras de Duke Ellington o Johhny Mandel (“The Shadow Of You Smile”), destapándose en el clásico “Let´s Fall In Love” que popularizaron Ella Fitzgerald y Frank Sinatra. Con varios momentos en los que el swing se puso tontorrón hasta acercarse al vals. Fue un concierto de jazz romántico. “Ideal para parejas”, que dirían en las agencias cuando te quieren vender un piso algo encogido.

Mientras ellos disfrutaban nosotros echábamos en falta algo de crema solar para el cogote, que ayer arreciaba la solana. Pena de no tener a mano una visera del desierto. Esperamos que el próximo año la organización se anime a colgar este elemento en la tienda oficial. Un tenderete en el que, al menos hasta ayer, destacaban las ventas del producto estrella de la temporada: las mascarillas.

Celia Abanda, al cargo del chiringuito, nos contaba las bondades de la misma. Lavable, sin filtro, hidrófuga… Los tapabocas y las camisetas siguen siendo lo más demandado. “Hay mucha gente que se compra las T-shirts oficiales todos los años, las colecciona”, nos contaba Abanda mientras echábamos un vistazo a las preciosas postales en tamaño A5 que recogían los carteles de las cincuenta primeras ediciones del Jazzaldia. El programa continuó con la dulce actuación de Los Juanes mientras estas letras viajaban hacia a la imprenta tras una estupenda velada diurna…

Publicado en El Diario Vasco

Jazzaldia 2020: citas con la calidad de las terrazas

Las terrazas del Kursaal se adaptan a los tiempos mientras anuncian música variada de gran calidad

“Siempre vamos a priorizar la seguridad, siguiendo el protocolo que para estos actos ha dispuesto el Gobierno Vasco”. Miguel Martín, director del Jazzaldia donostiarra, explica las particularidades que este año van a tener las actuaciones que se celebrarán en la zona trasera del Kursaal. La zona ha perdido un par de escenarios, el que pisaba directamente la playa y el que se situaba detrás del cubo grande. Los dos restantes tendrán un horario de cinco de la tarde a dos de la mañana, una capacidad para 250 personas y varios turnos de actuaciones en espacios alternos a las 17:30, 19:00, 21:00 y 23:00 horas. La estancia estará limitada a dos horas, aunque desde la organización confirman que no van a levantar a nadie de su asiento si ese plazo finaliza durante la ejecución de un concierto.

Así que mejor dejen para el año que viene el picoteo sonoro habitual de la Zurriola, ese paseo refrescante entre tablados que busca escuchar un poco de pop aquí y otro poco de jazz allá. “Este año no toca. Es solo un año”, como dijo Fernando Simón sobre las apelotonadas celebraciones futboleras. El director del certamen detalla que “la gente no podrá acceder libremente a las terrazas. Llegará a uno de los dos puntos de acceso con los que contará cada zona, donde se topará con una recepción. El personal le dirigirá a una mesa libre, y los camareros pasarán a tomar nota. No se podrá abandonar las sillas para ir a pedir algo”. De la alimentación se encargarán dos empresas especializadas: EcoTalo ofrecerá las habituales tortas de maiz y Basque Truck venderá hamburguesas y derivados de calidad.

El hecho que el acceso a las terrazas conlleve una consumición obligatoria se presenta como un elemento de control de los aforos. “Entendimos que la música en directo podía tener el efecto llamada y que la gente podía acumularse en los alrededores. Desechada la opción de acceder con invitación, pensamos que el formato actual era el más justo y adecuado. Con la obligatoriedad de la consumición buscamos evitar esos problemas que se puedan dar en el exterior, los cuales también son de alguna manera responsabilidad nuestra”.

En lo musical los grupos se han adaptado para limitar las ganas de los espectadores de levantarse y bailar. Con un cartel repleto de formaciones locales y cercanas, en la plancha sobresale la aparición de dos norteamericanos afincados en España: Randy Greer y Sean Clapis. El primero llega en formato trío para ofrecer un apacible swing de gran calado vocal. Clapis vendrá acompañado del contrabajista Javier Moreno para convertir el espacio en un club de gran solera.

En la vertiente más “jazzy” de estos escenarios disfrutaremos del Jaso-Gimenez-Escrich Trío y su idea de fusionar el acordeón con el jazz más etéreo y sugerente. Connection Trío revisará los clásicos y apuntará temas propios bajo el formato de trombón, piano y contrabajo. En la banda Around Midnight y sus aires improvisadores despunta el joven saxofonista vitoriano con el nombre más certero de todo el certamen: Eolo Andino.

Sara Mansilla alternará melodías de su primer álbum con estándares clásicos del jazz. Los Juanes, miembros también del combo de Sara Mansilla, acercarán su ecléctica música inspirada en Michael Brecker y el folklore latinoamericano. Y el trío Les Fous, nuestros particulares Manhattan Transfer, mostrarán su dinámico estilo a capela con el acompañamiento del piano y la percusión acústica.

En el lado popero del Jazzaldia playero destacan varias autoras. Sara Zozaya llega con nuevo disco bajo el brazo. “(I)” es su trabajo más onírico, calmado y oscuro en sonidos, atractivo en el empaste y los juegos vocales. Idoia Asurmendi ofrecerá la frescura juvenil de unas canciones que viajan entre el soul y el pop placentero. Matilda, con Maria Amolategi a la voz principal, es un dúo guipuzcoano que viaja entre el folk que se toca en El Retiro madrileño, el pop de 10,000 Maniacs y el jazz más contagioso.

Nos queda lo más impactante, las actuaciones ajustadas– recuerden, todas se realizan sin batería y en formato reducido- de Lemy River (pop con toques de electrónica y sicodelia) e Indian Feathers (indie-punk). No olviden que un buen número de estas formaciones ofrecerán varios pases a lo largo de la semana en esta zona trasera del Kursaal. Hagan coincidir el programa de actividades con su agenda particular para así disfrutar de esta reajustada versión de las terrazas del Jazzaldia, una propuesta (a)sentada en la calidad.

Publicado en El Diario Vasco