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Etiqueta: Ara Malikian

Ara Malikian: Una tarde sonriente y bien agitada

Intérpretes: Ara Malikian (violín), Iván Lewis (piano), Iván Ruiz Machado (bajo), Georvis Pico Milán (batería), Dayan Abad (guitarra). Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 16/04/2023. Asistencia: unas 3000 personas sumando los dos pases del día.

La R.A.E. dice que mezclar es “alterar el orden de las cosas”. Ara Malikian tiene claro este juego de elementos en las actuaciones. Empezando por sus canciones, un “mélange” expresivo que llegó acompañado de un cuarteto cubano y que siempre trabajó con elegancia y calidad para el lucimiento del foco principal.

Cierto es que los músicos de acompañamiento tuvieron sus vahídos de jazz y de “tumbao”. Pero el protagonista de la cita fue el habitual cóctel agitado y casi revuelto que, una vez más, tendió a lo espectacular: rápidos rasgados de las cuerdas, punzadas rock, tensiones dramáticas, acordes sofisticados, toques balcánicos, escalas progresivas y arrebatos románticos en un estilo libre en sus estructuras. Unas composiciones que llegaron acompañadas por impactantes juegos de luces. La lista de piezas que acercó en el primero de sus dos pases del domingo ofreció también intachables recreaciones en formato clásico (el preludio Nº 4 de Chopín) y homenajes más explícitos (el ‘Rumble’ de Link Wray popularizado por la película ‘Pulp Fiction’).

También dice la Academia de la Lengua que la mezcla es un “tejido hecho de hilos de diferentes clases y colores”. Quizás se refiera a los ropajes de Malikian, visibles desde la última fila del auditorio donostiarra gracias a su colorido, brillo y agitación.

El inquieto armenio afincado en España se dio una vuelta por los pasillos de la sala, saltó, brincó, hizo un arranque de streaptease, hincó las rodillas y se tiró al suelo. Todo ello sin dejar de zarandear el arco de su instrumento a endiablada velocidad, dejando que su cara completara la expresividad de cada momento.

Y podría el revuelto y revoltoso término inicial referirse a las narraciones del autor entre temas, siempre con un pie en la realidad y tres zancadas en la fantasía. Las variadas fábulas consiguen su deseo: que la gente se ría (el pullazo a la música contemporánea), se divierta (la forma en la que conoció a la banda que le acompaña), atienda a los problemas de las fronteras (‘Alien´s Office’) o recuerde a la gente mayor que murió de COVID en las residencias sin poder despedirse de los suyos (la bella ‘Nana arrugada’). Ara Malikian continúa pirueteando sobre su eje y salteando los ingredientes en una combinación que sigue encandilando al personal.

Ara Malikian: Taquillazo sonoro

Intérpretes: Ara Malikian con banda. Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 07/09/2019. Asistencia: lleno, unas 1800 personas

Un Kursaal a rebosar disfrutó el pasado sábado de las andanzas de Ara Malikian, el Usain Bolt del violín. Totalmente recuperado de su lesión en el hombro de hace unos meses, su show sigue siendo una carrera por las energías. El armenio hace tiempo que se entregó al espectáculo con unas formas que contentan a los amantes de las velocidades, las jocosas charlas y los virtuosismos.

Parlanchín y entretenedor, su palique entre piezas sigue siendo un buen gancho popular. De lo sonoro se ocuparon los músicos sobre escena, siempre en formato colega y con predisposición al meneo. La noche confirmó la apuesta de Malikian por los contrastes entre la calma y el rock en todos los temas. Una pena que no hubiera más espacios como la Suite final, la del paseo entre el público. Una obra sin embestidas que sentó de maravilla.

La lista recogió curiosas versiones (Guns N´ Roses, Bjork, Led Zeppelin, Dick Dale), defensas de la inmigración (“Alien´s Office”), chácharas sobre los lutieres (“Las Milongas de Alfredo Ravioli”), bodas judías (“Pisando Flores”) y momentos que nos trasladaron a las orquestas españolas de 1970 (“In Memorian Castorius…”). Malikian es como el “blockbuster” o taquillazo cinematográfico: Un estudiado ejercicio que probablemente enerve a los estudiosos pero que fascina al público. La salva de aplausos del Kursaal tras 150 minutos de velada así lo confirmó.