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Mes: mayo 2024

Mikel Izal: Festival a cubierto

Intérpretes: Mikel Izal (guitarra, voz), Marta Bautista (bajista), Ben Wirjo (batería), Toni Carrillo (guitarrista), Érika López (teclados), Javi Rubio (guitarras, teclados). Lugar:: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 26-05-2024. Asistencia: lleno, unas 1800 personas

Tras capitanear todos los festivales pop de la península, Mikel Izal finiquitó la banda que llevaba su apellido para lanzarse en solitario. Y es la gira de ese ‘El Miedo y El Paraiso’ la que llenó el Kursaal el pasado domingo en Donostia.

El navarro ha evolucionado hacia un concepto más digital, oscuro y a ratos íntimo. En una producción muy elaborada, con 4 bloques bien diferenciados y trabajados juegos de luces, las más de veinte canciones de la noche tuvieron mucho de presente (‘La gula’) y bastante de ese pasado tan exitoso (‘Copacabana’) que ni quiere ni debe olvidar.

Hubo minutaje con tendencia a la épica (‘Despedida’, ‘Pánico práctico’), rock estival (‘El baile’), lentas catarsis (‘Inercia’) y enfoques acústicos (‘La verdad’). Con mezclas sorprendentes (‘La huida’), extractos bailongos (‘El pozo’) y otros pasajes cercanos a Vetusta Morla (‘Pequeña Gran Revolución’, ‘La fe’) o León Benavente (‘Fotografías’).

Aunque la mayor virtud general fue la de encapsular la energía de los festivales veraniegos. Mikel Izal convirtió el auditorio costero en lo más parecido a un evento al aire libre. La gente estuvo entregada, sin apenas gastar asiento, cantando, botando. Abrazándole cuando paseó por los pasillos. Y feliz tras las dos horas de comunión total con el autor.

Laetitia Sadier & The Source Ensemble: Una joya sofisticada

Intérpretes: Laetitia Sadier (voz, guitarra), Nina Savary (teclado, voz), Emma Mario (batería), Xavi Muñoz (bajo). Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 22-05-2024. Asistencia: unas 150 personas.

Con la bien ganada aureola de estrella del indie mundial llegaba a Donostia la autora Laetitia Sadier. Cantante de Stereolab, combo cuya rentista gira se posó en la ciudad hace un año y medio, la francesa venía el miércoles pasado a airear el notable disco propio ‘Rooting for Love’ por nuestro Dabadaba.

Y qué gozada ver a una creadora -y su banda- en tan buena forma. Tan inspirada, tan ágil, juguetona, mágica y cercana. Que se lo digan al espectador de primera fila (las salas tienen estas ventajas) al que miró a los ojos para cantarle unas estrofas y tocarle los hombros.

El resto de los mortales, entendidos y profanos, nos elevamos de otra manera. Gozamos con los momentos más vivos (Protéïformunité), disfrutamos del vapor popero con guitarras (‘Une Autre Attente’), nos adentramos en las capas oscuras de los Beach Boys con hilvanadas voces (‘Love’, ‘Dry Fruit’) y formas expresionistas (‘La Nageuse Nue’). Serpenteando por la música erótica afrancesada, la elegancia de los pasados años 70, el acorde brasileño o las bandas sonoras menos prosaicas.

Todo ello nos llegó bajo letras empoderadas (‘Don’t Forget You’re Mine’), vocales que sueñan con mundos mejores, líricas que levantan la voz para cantarle al universo nuestro poder (‘New Moon’). Confirmando que las alambicadas estructuras llegaban con la narrativa bien alimentada.

Tras los honrados setenta minutos de evento la creadora nos regaló un bis precioso. ‘The Swin’ nos llevó al folk perdido, maldito y a la vez refinado. Y guió nuestros pasos a la mesa de ventas, donde la gente adquiría discos, se sacaba fotos con Sadier y le pedía firmas buscando en el futuro recordar de forma visual y auditiva este maravilloso concierto.

Raphael: Una estrella en el cielo donostiarra

Un auditorio a rebosar disfrutó con las canciones eternas de Raphael. Digan lo que digan, un artista irrepetible que mantiene una forma envidiable.

La noche del sábado al domingo dos cuerpos luminosos surcaron el firmamento. Uno de ellas atravesó España y Portugal en forma de azulado meteoro. Y la otra paró en el Kursaal donostiarra para cascarse dos horas largas de concierto. Raphael, genio y figura, volvió a encandilar a sus seguidores con números de otra época: trece músicos en escena, el minutaje comentado, treinta canciones. Y sí, claro, 81 años a sus espaldas.

Es el hombre de la sonrisa eterna, el que reúne en las primeras filas a gente de diversa procedencia (¿‘Raphaelianos/as’?) que se saludan al llegar. Tras ellas, la gente inquieta, excitada. Asistentes que se pusieron de pie nada más verle salir por el lateral y que repetirían la jugada en varias ocasiones. 1800 personas que le aplaudieron 5 minutos al cierre. Mostrando así su felicidad ante el ídolo.

Toda definición se queda corta ante la carrera del jienense. Leyenda, mito, icono. Y lo que es más relevante, viva. No solo por su antigüedad en la tierra. También por su ímpetu actual. El mismo que, sin rasgarnos las vestiduras, nos llevó al Elvis Presley en su residencia de Las Vegas con 34 castañas. Durante más de un pasaje nos acordamos del Rey, y vimos que Miguel Rafael Martos Sánchez juega en esa liga. La de Frank Sinatra. Julio Iglesias. Y dos más.

Con la pequeña sección de viento elevando el vigor. Con los tres coristas que, lejos de tapar los huecos, sonaban de acompañamiento. Y un empaque sonoro trabajado y adecuado, ubicado tras del tono principal sin que pareciera una verbena. Así llegaron, con la fogosidad adaptada, ‘Mi gran noche’, ‘En carne viva’ y ‘Estar enamorado’. Con hechuras de orquesta de los años 70 (‘Ámame’). Como si la banda de acompañamiento fueran los Blues Brothers (‘Estuve enamorado’), un combo funk (‘La canción del trabajo’) o la Miami Sound Machine (‘Escándalo’). Sin hacerle ascos a experimentos discotequeros (‘Digan lo que digan’).

Pero el ruiseñor de Linares es el emperador de la canción melódica. El vocero de las joyas de Manuel Alejandro (‘Como yo te amo’). El cantor que entona letras de otro tiempo (‘A que no te vas’) y sabe modular la lista de canciones para tomar aire, haciendo que lo acústico predomine según avanza la cita. Tranquilas y con un tono vocal que iluminaba la sala llegaron ‘Que tal te va sin mí’ y ‘Se nos rompió el amor’. Mientras piezas como ‘Nostalgias’, ‘Llorona’ o ‘Gracias a la vida’ acercaron sus amores por al argentina tanguera, el México más romántico o los sones latinos. ¿Y saben qué melodía se llevo las mayores aclamaciones? ‘Qué sabe nadie’. Nada que añadir, señoría.

No fue un show parlanchín. Hasta la mitad del festejo apenas se dirigió al público. Casi mejor, fue su voz hablada la que más denotaba la edad del DNI. Porque cantando tiene más madera que Albaola. Entre trucos, conocimiento, preparación y sabiduría tapó la boca de quienes fueron a pillarle en ese renuncio. Todo fue construido y ofrecido ‘A mi manera’, corte que le regaló al respetable cuando la lista había tachado todos los títulos y la gente no paraba de pedirle otra. “El final se acerca ya / Lo esperaré serenamente/ Ya ves, yo he sido así / Te lo diré sinceramente/ Viví la inmensidad / Sin conocer jamás fronteras / Jugué sin descansar/ Y a mi manera”.

El día que nos deje, dentro de muchas lunas, soñamos con un funeral de Estado como los que hacen en el país vecino a estrellas como Johnny Hallyday. Porque los meteoritos surcan una vez el cielo. Pero Raphael, todo un planeta brillante, solo habrá uno.

Festival Inmaterial : La voz cantante

Intérpretes: IbonRG (voz), Chuquimamani-Condori (teclados, pregrabados). Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 18-05-2024. Asistencia: unas 100 personas.

Dos de las bandas del festival Inmaterial actuaron el pasado viernes con distinta oferta y resultado. El vizcaíno Ibon RG acercó su precioso disco ‘iaquin vahu’, una suerte de palpitante pastoral amorosa defendida solo con la voz en un concierto que tuvo momentos más primigenios, libres y guturales.

Tras él llegó Chuquimamani-Condori, boliviano-norteamericano que ofertó un acto que fue de más a menos (cabreo creativo). Un inicio lleno de capas que se pegaban entre ellas fue disipando su tormenta para dar paso a unos sintetizadores que acabaron pulsando teclas mainstream en un viaje de corte conceptual.

Eñaut Elorrieta : Despedida tranquila

Intérpretes: Eñaut Elorrieta (voz, guitarra), Ander Ederra (guitarras), Joanes Ederra (bajo), Txus Aranburu (teclados), Ander Zulaika (batería, coros). Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 12-05-2024. Asistencia: lleno, unas 900 personas

El domingo se cerraba en Gipuzkoa la gira que Eñaut Elorrieta ha montado para presentar su álbum ‘Fantasia’. La cita comenzó como la celebrada en idéntico lugar en febrero del 2023, con la proyección del corto documental ‘Esna Kanta’. La obra, con un montaje más moderno o fallos en la sincronización, volvió a retratar el proceso compositivo del disco con sus cambios, sus audios de whatsapp y sus emociones. Destacando también el gran trabajo de un productor – en este caso, Aitor Etxebarria-.

La despedida sonora llegaba con algunos cambios de cromos en la formación (los Ederra se encargaron de la guitarra y el bajo). Juntos ofrecieron un set reposado, con los dos pies en el folk norteamericano más actual. Tomando la belleza y la calma como guías (‘Geografia’, ‘Ezbeharra’), dibujando un amanecer precioso antes de ser cegado por el sol (‘Eguzki argitan’) y no siempre feliz (‘Zaldia Eta Behelainoa’). Elevando la intensidad (‘Fantasia’, ‘Hariak’) y picoteando en el lado vaquero de Townes Van Zandt (‘Inesa Gaxen’) mientras echaban la vista atrás (‘Nire Aitaren Etxea’).

Se acordaron de los migrantes con el invitado Amorante (‘Bidasoa’) y de la bombardeada Rafah (‘Mendigoxaliarena’). Xabier Zeberio se unió en la suave e íntima ‘Suzko Lili’. Disfrutamos con sus momentos acústicos (‘Maitatzeak’), se pegaron un baño de masas (‘Itsasoa gara’) y dejaron que la gente canturreara con educación (‘Hemen gaude’). El evento finalizó con el paso por la tienda de recuerdos, que CDs a 15 euros no se ven todos los días.