Pop
2 estrellas
En ocasiones ocurre, es la maravilla de la música. Unes grandes producciones impolutas, música añeja de calidad intachable, enfoques soft de los setenta y una voz casi susurrada y te sale un bostezo del tamaño de un single de siete pulgadas. Elementos que Divine Comedy o Josh Rouse pueden elevar a los altares aquí suenan falsos cuan trampantojos. Un disco ideal para viajes de ascensor, juntas de accionistas y sitcoms románticas. Y ya.
Sé el primero en comentar