Sobre las charlas musiqueras.

Tenía razón Iturri cuando ayer twiteaba que hay mucha charla musiquera en Guipúzcoa. Y no entiendan “mucha” en sentido despectivo, sino como constatación de que gran cantidad de autores están cambiando escenario por micro y silla para hablar de sus cosas.

A mí me gusta asistir a esas charlas. Las veo como una forma de acercar autor y obra, creador y fan, compositor y público. Una reunión informativa donde el protagonista detalla algunos puntos de su proceso creativo. Adelantar alguna primicia o contar anécdotas ante una sala atenta. Y la mejor oportunidad de ver de cerca de alguien a quien admiras.

Luego, por otra parte, como inquieto, no sé para que sirve saber que primero se hace la letra y luego la música. Si me gusta componer en mi cuarto o en el local. Si grabo primero demos y luego en el estudio. Si me ayudó Elvis en los acordes y Burroughs en las vocales. Si ahora me influencia la época china de Cohen o las remezclas zulus de Vampire Weekend.

Tampoco sé hasta qué punto despiertan el interés en quien no lo tiene. No estoy en ese grupo, y desconozco si alguien vendió su Xbox para comprarse una Lender Estratofuster para haer ruaca ruaca tras asistir a uno de estos eventos. Repito, no digo que sea su fin principal, pero desconozco si este punto relevante se llegó a cumplir alguna vez. Conozco el caso escuchando discos o leyendo libros, pero no tras un meeting de estos.

Más allá de la información complementaria que ofrecen, no afectan para nada al resultado final los datos procesales. Por poner un ejemplo ajeno, si Nacho Vegas hace primero la letra y luego los acordes poco o nada me va a afectar si yo lo hago justo al revés. El proceso no define al autor, lo hace su obra. Salvo que seas una astracanada artística y tu obra sea disparar a las mofetas disecadas.

¿Y a vosotros, por qué os gusta ir a estas charlas?¿Qué buscáis en ellas?

7 comentarios en «Sobre las charlas musiqueras.»

  1. Yo nunca he ido a ninguna, pero supongo que mis ganas (que las tengo) son por la misma razón por la que leo con fruición buenas entrevistas a artistas. Me maravillan esas preguntas que consiguen abrir alguna rendija en el secreto compositivo, más allá de si hace primero la letra o la música.
    Por ejemplo, El Guincho hablando en La Nadadora de sus nuevas canciones, destripándolas enteras… buah, gozo como un cerdo en una charca.
    Es muy pertinente este post hoy, además, después de que ayer saliese el ininteligible vídeo de Astrud dándole vueltas a lo «meta»: meta-cine, meta-música, meta-literatura… Lo «meta» crea frontera clara entre los que están dentro del círculo y los que están fuera. A mi madre seguramente le de igual y sólo piense si la película es bonita o fea, pero los guionistas se ponen muy Owen Pallet con películas tipo El Ladrón de Orquídeas, por ejemplo.

    Esta noche tendremos otro ejemplo: los que tocamos algún instrumento o le dedicamos mucho tiempo a esto de la música nos mosqueará todo lo pastich que suenan The Drums. A tu vecina la de Deusto le dará igual y dirá «qué divertido baila el que se parece a Guti».

  2. Right. De acuerdo con el meta, aunque a la noche te recordaré, o lo hará ella, las diferencias que tenéis la vecina de Deustu y tu en lo referente al «meta» 😀

    O sea, que debo entender que quien va a una de esas charlas busca lo que tú (a día de hoy, aún con acento) con el Guincho?

  3. Mmm, yo no soy todos, no sé por qué irán ellos. A mí hablar de música es lo que más me gusta hacer con los pantalones puestos, así que tampoco soy muy representativo…

  4. Yo tampoco he asistido a ninguna charla de esas, pero me parece muy bien. Al final todo depende de las expectativas de cada uno.
    Hay gente que se cree que por comprarse una guitarra de 2000 euros va a tocar mejor, otros leen por ahí que Beck mezcla con el programa X y piensan que eso es lo que les diferencia de él. En el mundo de la música (como en casi todos) falta autocrítica y horas de ensayo.

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